NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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VIERNES 31 ENERO 2020
A un
ladronzuelo le cayó el karma de manera instantánea, cuando por la madrugada de
este jueves pretendía robar en la Refaccionaria California que está ubicada en
el bulevar Forjadores y La Carcaña; pretendía ingresar por el techo y una de
las láminas se rompió, cayó cerca de 8 metros, quedó tendido en el suelo, con
probables fracturas, lo que le impidió que pudiera moverse y así es como fue
encontrado horas después por el propietario del lugar.
Cuando
el propietario llegó a abrir el lugar, cerca de las ocho de la mañana se
encontró con el hombre tendido dentro del local. El sujeto se quejaba del dolor
en diversas partes de su cuerpo.
El
ladronzuelo con tan mala suerte es un hombre de aproximadamente 35 años de
edad, el cual vestía pantalón de mezclilla color negro, tenis negros de la
marca Nike, y playera negra. Estaba tendido sobre su costado derecho, no se
movía, pero se quejaba, decía al propietario que tenía frío y le pedía ayuda.
El
propietario en una actitud benevolente dialogaba con el delincuente y le
indicaba que ya iban en camino los paramédicos para que lo atendieran. Llegaron
paramédicos para atenderlo y trasladarlo al Hospital General del Norte para que
los especialistas le brinden las atenciones correspondientes.
El
presunto ladrón habría intentado ingresar a robar por la madrugada, aunque no
precisó la hora. La caída que sufrió es de aproximadamente 8 metros.
Cuando
arribaron las autoridades policiales de Cuautlancingo, el agraviado dijo que el
delincuente no habría logrado concretar el robo y por lo tanto que no
procedería en su contra, además de que ya había tenido su castigo al sufrir el
accidente. Durante la charla del propietario con el ladrón, el segundo dijo que
“solo era cotorreo”.
Por
su parte el presunto ladrón contó una historia de vaqueros a los policías, les
dijo que en realidad no quería robar, que uno delincuentes lo iban siguiendo
para golpearlo y que, por eso, para escapar, él trepó a la azotea y así es como
sufrió la caída.
