NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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VIERNES 15 MAYO 2020
Si bien hay muchos estudios
que se han centrado en el efecto de ciertos alimentos en la salud en general,
se han hecho pocas investigaciones en relación a cómo la comida afecta la salud
mental y la capacidad cognitiva. Estudios recientes sugieren que algunos
alimentos podrían perjudicar la salud del cerebro.
Los alimentos sin duda alguna
tienen la capacidad de ayudar y de dañar. Una buena alimentación es, en gran
parte, la clave para la buena salud. Comer sanamente en estos tiempos, sin
embargo, es un reto. La abundancia de carbohidratos, grasas perjudiciales y
alimentos procesados en general, son responsables de muchos problemas de salud.
Si bien se ha comprobado que
los cambios en la dieta afectan positivamente en la salud en general, hasta
ahora se habían hecho pocos estudios acerca de la relación entre la
alimentación y la salud mental.
¿Puede ser que cambiar tu
forma de comer sea parte del antídoto para la depresión? ¿Qué la eliminación de
ciertos alimentos podría ser la clave para que no se desarrollen enfermedades
como el Alzheimer o que se retrase su desarrollo? Es una de las posibilidades.
Aunque muchos estudios han
encontrado que existe una conexión, más no una relación causal entre la dieta y
la salud mental y los problemas cognitivos, varios especialistas reportan una
mejoría en la salud mental de sus pacientes al ajustar ciertos aspectos de su
dieta y al eliminar algunos de los alimentos más reconocidos por causar
desequilibrio como el azúcar, ciertos carbohidratos (los refinados) y algunos
tipos de grasa.
De hecho, algunos psiquiatras
reconocen la importancia de observar la dieta de quienes sufren de alguna
enfermedad mental. Incluso, han dicho,
que si existen deficiencias en cuanto a ciertos nutrientes, es posible que
ciertos medicamentos para tratar algunas enfermedades mentales, no sean tan
efectivos.
En concreto ¿Cómo afectan
ciertos alimentos la salud mental y cognitiva? Esto es lo que han enseñado
algunos estudios recientes:
Comida chatarra: en varios
estudios realizados en diferentes países del mundo, como Australia y Noruega,
se ha demostrado que el consumo de comida chatarra (azúcares refinados, soda,
pizza, comida rápida) está estrechamente relacionado con problemas cognitivos y
otros como hiperactividad, agresividad y ansiedad. Además, se ha comprobado que
una dieta alta en grasas saturadas y azúcares refinados tiene un efecto
negativo en las proteínas del cerebro que se sabe juegan un papel importante en
la depresión. Quiero mencionar que aunque hay un consenso entre los científicos
de que el consumo de azúcares refinados no es saludable y hay más de una razón
por la cual no se recomiendan, la relación entre la hiperactividad y el consumo
de los mismos aún es controversial, ya que hay varios estudios que no han
documentado esta relación.
Grasas trans: al igual que
sus efectos negativos sobre la salud cardiovascular, las grasas trans también
son perjudiciales para la salud mental. Varios estudios en España encontraron
una asociación entre el consumo de este tipo de grasas y la depresión. Así
mismo, otro estudio realizado entre 6,183 mujeres encontró que entre más alto el
contenido de grasas saturadas, peor era el desempeño en su memoria verbal y
cognitiva. Además, ese mismo estudió encontró que una dieta alta en grasas
estaba relacionado con la demencia y el desarrollo del Alzheimer ya que
interfería en el proceso de eliminación del amiloide, que es la proteína que se
asocia a estas enfermedades.
Sin embargo, los expertos
están de acuerdo en que si bien está comprobado que ciertos alimentos afectan
el estado de ánimo y la capacidad cognitiva, no hay que enfocarse en cuáles
alimentos comer y cuáles no, sino en la dieta en su totalidad. Esto se debe a
que la forma en que los componentes de nuestra dieta interactúan en el cuerpo
para beneficiarlo o perjudicarlo, es muy compleja.
Pero en general todos están
de acuerdo en que si hay que enfocarse en uno o dos elementos que deberíamos de
eliminar de la dieta, estos serían los carbohidratos refinados (granos
refinados y azúcar añadida) así como las grasas saturadas. Las dietas con alto
contenido de azúcar producen inflamación y oxidación, dos factores ideales para
que se desarrollen enfermedades mentales.
El Physicians Committee for
Responsible Medicine (o el Comité de Médicos para una Medicina Responsable), ha
emitido una serie de pautas dietéticas recomendadas para reducir el riesgo de
desarrollar Alzheimer que todos debemos considerar y convertir en hábitos de
vida. Estas recomendaciones son:
Reducir a un mínimo el
consumo de grasas saturadas y grasas trans.
Los vegetales y legumbres,
frutas y granos integrales deben ser los componentes básicos de la dieta.
Una onza (el equivalente a un
puñado pequeño) de nueces o semillas aporta a la dieta diaria una cantidad
saludable de vitamina E.
La dieta de los adultos debe
incluir por lo menos 2.4 μg (microgramos) de vitamina B12 al día, ya sea que provenga de
alimentos enriquecidos o de un suplemento.
Tomar multivitaminas que no
contengan ni hierro ni cobre. Los suplementos de hierro deben tomarse solamente
por indicación del médico.
Evitar en lo posible el uso
de utensilios de cocina de aluminio, así como de antiácidos, polvos de hornear
y otros productos que agreguen aluminio a la dieta.
Realizar ejercicios aeróbicos
tres veces a la semana, equivalentes a una caminata vigorosa de 40 minutos.
Ahora ya tienes una idea más
clara de lo que debes eliminar de tu cocina y de tu mesa para proteger tu salud
mental y las recomendaciones precisas de lo que sí debes hacer a diario para
disfrutar toda tu vida de una mente clara y sana. ¡Ponlas en práctica!
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