“Veo,
veo”, “¿que ves?”, “una cosa”, “¿qué cosa?”, “está borrosa. No sé bien de qué
color”… Aprende a distinguir las señales de una visión deficiente y a cuidar la
salud de tus ojos, para poder disfrutar un mundo de imágenes y colores nítidos
por más tiempo.
Cristian
tenía dolores de cabeza continuos y notaba que eran peores luego de un largo
día de trabajo, o después de leer varios capítulos de su novela preferida.
Cuando se dio cuenta de que casi todos los días necesitaba tomar algún
analgésico, decidió venir a una consulta.
El
dolor de cabeza puede ser provocado por varias razones. En general, por tensión
muscular en los hombros, el cuello, el cuero cabelludo y la mandíbula, aunque a
veces puede indicar que algo no anda bien con la visión. ¿Cómo puedes saber si
ese es el caso?
Si
esos frecuentes dolores de cabeza están acompañados de dolor en los ojos,
visión borrosa, ojos rojos, náuseas, vómitos o ves anillos de colores alrededor
de las luces, puede estar indicando la presencia de un problema serio en la
vista conocido como glaucoma, que debe ser atendido de inmediato. El glaucoma
se caracteriza por el aumento de la presión en el ojo y es una de las causas principales
de ceguera.
Otros
problemas comunes que pueden afectar a la vista son:
Dificultad
para ver de cerca, una condición frecuentemente a consecuencia del
envejecimiento natural del ojo y que se conoce como presbiopía (presbicia o
vista cansada) y que a menudo se vuelve evidente entre los 40 y los 45 años de
edad.
Cataratas:
una condición que se produce porque el cristalino del ojo se vuelve opaco. En
general, es común en las personas de la tercera edad.
Enfermedades
de la retina (retinopatía), que es la capa de tejido sensible a la luz que se
encuentra en la parte posterior del ojo.
Conjuntivitis
(causada por una infección de la conjuntiva).
Retinopatía
diabética: una complicación de la diabetes y otra de las causas de ceguera, que
se produce por un sangrado dentro de la retina.
Degeneración
macular, que produce pérdida de la visión central y visión borrosa
(especialmente al leer) o visión distorsionada (como ver líneas en forma de
ondas). Es la causa principal de ceguera en las personas mayores de 60 años.
Desprendimiento
de la retina. Sus síntomas incluyen una sensación de ver puntos o moscas
voladoras (pequeñas partículas que flotan a través del ojo), destellos de luz o
una sensación de sombra o cortina que cuelga en un lado del campo visual.
Neuritis
óptica: una inflamación del nervio óptico debido a una infección o esclerosis
múltiple. Puede provocar dolor al mover el ojo o al tocarlo a través del
párpado.
Arteritis
temporal: una inflamación de una arteria en el cerebro que proporciona sangre
al nervio óptico.
A
veces, los cambios en la visión no tienen que ver con un problema en los ojos
sino con el uso de algunas drogas o medicamentos que pueden afectarla, como los
antihistamínicos y algunas pastillas para la hipertensión arterial, entre
otros. Sin embargo, es importante que aprendas a distinguir las señales que
pueden estar indicándote que necesitas consultar a un oftalmólogo o
especialista en los ojos (y nunca dejes de tomar la medicación sin preguntarle
a tu médico).
Entonces,
para que puedas recordarlas con facilidad, he aquí otras señales importantes
que sugieren que debes ir directo al oftalmólogo:
Dificultad
para enfocar objetos cercanos y/o para diferenciar colores, así como la
necesidad de cambiar las gafas (los lentes) de manera frecuente.
Visión
borrosa, como cuando los objetos o los rostros lucen borrosos o nublados.
Problema
para ver objetos a ambos lados y/o para ver de noche, leer o adaptarse a
lugares y habitaciones oscuras.
Sensación
de tener una “piel” o “película” sobre uno o ambos ojos.
Asimismo,
los que siguen, son señales de que tu vista está ante una emergencia, así que
no pierdas tiempo y busca ayuda cuanto antes:
Ceguera
parcial o total en uno o ambos ojos, incluso si es temporal.
Visión
doble, temporal o permanente.
Sensación
de una sombra que pasa sobre tus ojos o como una cortina que cae desde un lado.
Destellos,
halos o aureolas alrededor de las luces y visión distorsionada.
Dolor
en uno o ambos ojos, en especial si también tienes enrojecimiento.
Mientras
tanto, es bueno saber que puedes adoptar algunos hábitos que te ayudarán a
conservar la salud de tus ojos. Entre ellos:
Usa
gafas o lentes de sol.
Mantén
la presión arterial, el colesterol y el nivel de azúcar bajo control.
Consume
alimentos ricos en antioxidantes, como los vegetales de hoja verde.
Limita
la cantidad de alcohol que consumes (si bebes bebidas alcohólicas) y no fumes.
Además,
recuerda hacerte chequeos regulares con un especialista, porque las
enfermedades del ojo no siempre dan síntomas, pero si las detectas a tiempo
podrás tomar los cuidados necesarios más pronto y así evitarás complicaciones.
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