A
medida que se acercan las celebraciones navideñas, es importante que consideres
qué otras precauciones podrías tomar si decides invitar a familiares o amigos
fuera de las personas que viven contigo. También es importante que te
actualices acerca de las pruebas del Covid-19. No todas son iguales. Aquí te
explico qué información te dan y cuáles son sus limitaciones. Recuerda, la
información es poder.
El
2020 ha sido un año diferente en todo el mundo debido a la pandemia causada por
el COVID-19. Y la temporada navideña será especialmente difícil por varias
razones. En varios hogares quizá habrá una o más sillas vacías por la pérdida
de uno o más miembros de la familia al virus, quizá otros miembros de la
familia que no viven contigo no podrán compartir las posadas, la nochebuena o
la navidad como es costumbre, y quizá el árbol navideño tendrá menos regalos
por la situación económica debida a la falta de control de la pandemia.
Se
sabe que las reuniones en donde las personas se juntan para hablar, reír, cantar
y comer – especialmente en lugares cerrados sin usar máscaras – son los sitios
más propicios para propagar el virus de una persona a otra. Los ejemplos de la
transmisión del coronavirus tras los días festivos como el Día de la
Independencia, el Día del Trabajo, todas las reuniones para la campaña del
presidente Trump y los eventos en la Casa Blanca resultaron en decenas a miles
de personas infectadas, dependiendo del tamaño del evento. Las infecciones se
multiplicaban porque las personas frecuentemente no usaban máscaras y no
respetaban el distanciamiento social de 6 pies o 2 metros, a pesar de que
varias de las reuniones eran en exteriores.
Los
Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (o CDC, por sus siglas
en inglés) consideran el reunirse con familiares o amigos que viajan de otras
partes como de “alto riesgo” y recomiendan evitarlo, o que sean reuniones
pequeñas y en exteriores, si es posible.
Quizá
estés pensando que ya te has sacrificado todo el año y que te mereces la
celebración en estas fiestas, pero considera que después de los sacrificios de
tener a los hijos en casa (en vez del colegio), de haber perdido el negocio y/o
el trabajo, lo último que quieres ahora es enfermarte o perder a un ser querido
por tomar riesgos innecesarios. Y quiero recordarte que muchas personas que han
tenido el Covid-19 siguen teniendo problemas médicos tanto físicos y
emocionales por semanas y/o meses después.
Te
recuerdo que la pandemia sigue siendo un problema sumamente importante. El
virus ha infectado a 70,533,064 personas a nivel mundial y ha matado a
15,85,058 de acuerdo con la OMS, para el 10 de diciembre, sólo en Estados
Unidos se han infectado 15,957,325 personas y han fallecido 298,706. Estos no
son sólo números, representan gente. Los expertos predicen que muy pronto habrá
entre 4,000 personas muriendo por el virus diariamente en este país.
Desgraciadamente, esto se debe en parte a que algunos siguen pensando que la
pandemia es una farsa y muchos no siguen los consejos emitidos por la OMS.
En
mis columnas pasadas te he mencionado las mejores recomendaciones en cuanto a
la prevención del Covid-19 y a la celebración en casa únicamente con la familia
y/o amigos con los que vives regularmente. También discutimos qué recomiendan
los expertos si decides reunirte con otra familia que sigue las mismas
precauciones que tú, incluso si desean viajar (y cómo hacerlo).
Aquí
hablaremos de otras precauciones que podrías tomar si decides invitar a
familiares o amigos fuera de las personas que viven contigo. Toma en
consideración:
Si
hay alguien vulnerable en la mesa (una persona con el sistema inmunológico o
sistema inmune comprometido, por ejemplo, en quimioterapia, o mayor de 65
años);
Si
están aumentando los casos de Covid-19 en el área en donde vives;
Si
las personas a las que estás considerando invitar estarían viajando de sitios
en donde los casos del virus son muy elevados.
Si la
respuesta a alguna de estas preguntas es positiva, reevalúa si quieres invitar
a esa o esas personas a la celebración.
Desde
luego, es importante que le pidas a tu invitado o invitados que tomen
precauciones, idealmente desde 2 semanas antes de la celebración. De ser
posible, que eviten el contacto con otras personas durante dos semanas antes
del evento. Si alguien ofrece hacerse un examen del Covid-19, estaría
estupendo, pero recuerda que la prueba tiene sus limitaciones. Te explico más
adelante.
Idealmente,
si puedes y el clima coopera, haz tu celebración en exteriores en donde la
ventilación reduce el riesgo de la transmisión del virus. Procura que los
invitados no estén apretados cuando se sienten en las mesas, deben estar
espaciados, con cada hogar en una mesa aparte. Evita servir estilo bufet para
evitar que los invitados compartan los utensilios. Cada uno debe tener sus
propios cubiertos. Debes tener precaución para evitar que los invitados
compartan las botellas de vino y la jarra de agua. Y debes poner toallas
desechables en el baño para que los invitados no compartan la misma toalla.
Cuando
no estén comiendo, los expertos recomiendan que usen máscaras. El gritar,
hablar fuertemente o cantar, aumenta la cantidad de virus que se emite y el
virus es bastante contagioso.
Por
otro lado, hay otras formas de compartir con familiares sin exponerte y sin
exponer a tus familiares o amigos. Discutiré esto la próxima semana.
Las
Pruebas del Covid-19
En
cuanto a las pruebas del Covid-19, es un error usarlas para justificar que tu
reunión sea de 10, 20 o incluso más personas. El hacerse la prueba del Covd-19,
disminuye el riesgo de que alguien esté infectado. Puede ser útil, por ejemplo,
si tienes un hijo que está estudiando en la universidad y que regresa a la casa
en donde vive la abuelita. Pero una prueba no es 100% confiable. Y no es un
reemplazo para otras precauciones como el uso de máscaras y el distanciamiento
social.
En
cuanto a las pruebas diagnósticas para saber si estás infectado por el Covid-19
en este momento, contamos con dos tipos de pruebas en este momento: las pruebas
moleculares, o PCR, y las del antígeno.
Las
pruebas del Covid-19 proporcionan información acerca del nivel del virus en el
cuerpo en el momento de la prueba. La persona puede estar infectada pero no tener
suficiente virus para que se registre en la prueba. O, se puede infectar horas
o días después de que se hizo la prueba. Y, como mencioné, la precisión no es
del 100%. Obviamente, la ventaja es que filtra a la persona o personas que son
positivas al momento de hacerse la prueba.
Las
más precisas son las moleculares, conocidas como PCR por sus siglas en inglés.
Se realizan por una técnica llamada reacción en cadena de la polimerasa. Estas
pueden detectar el virus en cantidades muy bajas, pero el resultado puede tomar
dos días (en ese tiempo la persona puede contagiar a otras personas si está
infectada, aún sin saberlo). Las otras pruebas son las del antígeno, que son
más rápidas, más baratas, y más convenientes porque se puede tener el resultado
en cuestión de minutos. Por cierto, hay varias pruebas del antígeno que han
recibido autorización para su uso de emergencia y varían en su calidad en
cuanto a qué tan precisas son. Y si bien son muy rápidas, el problema es que
tienden a dar más falsos negativos ya que si hay poco virus no lo detectan.
Las
pruebas moleculares de PCR buscan material genético que proviene exclusivamente
del virus. Se pueden hacer de hisopos nasales profundos, de hisopos de la
garganta, de pruebas de la saliva o de otros líquidos corporales. Las pruebas
del antígeno identifican fragmentos de las proteínas (que son los antígenos)
del virus. Estos se obtienen de hisopos nasales o de la garganta.
“Falso
negativo” quiere decir que la prueba indica que no tienes el virus cuando en
realidad si lo tienes. La tasa de falsos negativos reportados puede ser de
entre 2% a 37% (o sea, entre 2 y 37 de cada 100 personas que sí tienen la
infección, de todas formas salen negativos, dependiendo de la prueba que se
hacen). Un falso positivo significa que la prueba dice que si tienes el virus
cuando no lo tienes. Idealmente la tasa debe de ser cero. Esto generalmente
sucede cuando existe contaminación en el laboratorio o hay problemas con el laboratorio
que hace la prueba.
La
prueba que tiene menos falsos negativos (o sea, que es la más exacta) es la
prueba molecular que se realiza con un hisopo nasal profundo. Es más exacta que
las que se realizan con hisopos en la garganta o saliva.
A
veces, una persona puede tener una prueba de antígeno negativa y tener una
prueba de PCR positiva. Si solo se hace la del antígeno puede creer que es
negativo si está asintomático, y de esta forma puede transmitir el Covid-19 a
otras personas. Un buen ejemplo de lo que puede suceder cuando se depende de
las pruebas y se ignoran otras estrategias para limitar al virus es el brote
que hubo en octubre del 2020 en la Casa Blanca, en donde se hacían pruebas
diarias, pero de baja calidad.
Finalmente,
existe una prueba para detectar infección por Covid-19 previa, son las pruebas
de anticuerpos, también llamadas pruebas serológicas. Estos son exámenes de
sangre. Identifican los anticuerpos que el sistema inmunológico o sistema
inmune (de defensa) produjo en respuesta a la infección por el virus.
Generalmente toma una a dos semanas para que se produzcan los anticuerpos y
pueden durar varios meses (se desconoce cuánto tiempo y si realmente protegen a
la persona contra la reinfección y si la persona es infecciosa o no). Toma
varios días en tener el resultado. La taza de falsos negativos es de 0 a 30%.
Una persona puede tener una prueba de anticuerpos positiva porque estuvo
expuesta a un coronavirus diferente pero similar, o esos anticuerpos podrían no
protegerlo contra una reinfección al Covid-19 y la persona podría tener
comportamientos que lo expusieran al virus. La persona podría actuar un poco arrogante
en ciertas situaciones.
En
conclusión, esta infección es relativamente nueva y las pruebas de Covid-19
pueden ser confusas, ayudan a prevenir el contagio, pero no en un 100%, y es necesario
seguir las otras recomendaciones que hemos discutido.
No
debemos olvidar que esta situación es transitoria y que, probablemente, con
ayuda de las vacunas contra el Covid-19 que van por muy buen camino, una vez
que se distribuyan y que las personas se las pongan, además de los avances en
los tratamientos, lograremos volver a celebrar las fiestas como estábamos
acostumbrados. Hasta entonces, pongamos de nuestra parte para ayudarnos y
ayudar a los demás.
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