Cuando
se habla de artritis, todo el mundo piensa en dolor y falta de movimiento en
las articulaciones, porque son los síntomas más comunes. Pero cuando se habla
de tratamiento, no siempre se habla de las terapias complementarias. ¿Existen?
¿Cuáles son?
Las
dos formas más comunes de la artritis — osteoartritis y artritis reumatoide
— son una de las principales causas de
discapacidad.
La
primera, la osteoartritis es algo así como el “desgaste” de las articulaciones.
Esto significa que el cartílago lubricado que hace las veces de amortiguador
entre un hueso y otro, desaparece. La segunda, es decir, la artritis reumatoide
es el resultado de una respuesta anormal del sistema inmunológico que hace que
se inflame la cubierta de las articulaciones. Si bien la artritis afecta a
personas de todas las edades, es más común en los adultos mayores y también en
las mujeres. El rol de las hormonas femeninas hace que ellas estén en mayor
riesgo de sufrir de artritis, que los hombres. La posibilidad de sufrir
artritis también se incrementa si tienes un sobrepeso de por lo menos 10
libras.
El
tratamiento convencional para tratar la osteoartritis involucra medicamentos
para combatir el dolor y la inflamación. Estos pueden ser orales (tomados) o
tópicos (locales). Algunos ejemplos son Sportscreme, Ben-Gay y algunas cremas
hechas a base de chiles picantes. Ciertos analgésicos como el Ibuprofeno (como
Advil, Motrin) y el Naproxén (como el Aleve) también figuran entre los
medicamentos que no necesitan receta médica. En ocasiones, el médico puede
sugerirte una inyección directamente en la articulación con un antiinflamatorio
(un corticoide) para aliviar el dolor.
En casos muy severos, la cirugía también es un tratamiento disponible, e
incluye, entre otros, el reemplazo de la articulación o reposicionar el hueso
para corregir deformaciones.
Pero
más allá de estos tratamientos convencionales y de que tú te cuides haciendo
ejercicio regularmente y llevando una alimentación balanceada para controlar tu
peso, existen tratamientos complementarios para tratar la osteoartritis.
¿Cuáles son? A continuación los encuentras:
Glucosamina
y condoitrina: Son suplementos nutricionales que por lo general se usan
combinados. El primero es derivado de las ostras (ostiones) y la coraza de los
cangrejos. Es la versión sintética de un azúcar que se encuentra naturalmente
en las articulaciones. El segundo es derivado del cartílago de la vaca y del
tiburón. Este suplemento podría reducir el dolor y la inflamación. Algo
importante, no tomes ninguno de estos suplementos para tratar tu artritis si
eres alérgica a los mariscos.
Acupuntura:
Las investigaciones demuestran que este tratamiento de origen milenario, podría
ser efectivo en la reducción del dolor en las articulaciones.
SAM-e:
Es una versión sintética de un componente que se encuentra naturalmente en los
tejidos humanos. También podría ayudar a disminuir el dolor en algunas
personas, pero a veces es necesario tomarlo por un mes antes de notar su
efecto.
Técnicas
de relajación: podrían ser efectivas para controlar el dolor, las técnicas de
respiración, de hipnosis y de relajación de los músculos.
Si lo
que tienes es artritis reumatoide, los tratamientos convencionales son muy
similares a los usados para tratar la osteoartritis. Los medicamentos como el
Ibuprofen y la cirugía figuran entre ellos, pero hay otros específicos para el
sistema inmunológico.
¿Existen
tratamientos complementarios para la artritis reumatoide? Sí. A continuación el
más popular:
Ácidos
grasos Omega 3: Los estudios demuestran que el tomar regularmente suplementos
de ácidos grasos Omega 3 (aceite de pescado) ayudan a disminuir la sensibilidad
y el dolor en las articulaciones. Sin embargo, el efecto de estos suplementos a
largo plazo no ha sido estudiado todavía. Además, como las dosis altas de este
compuesto pueden causar sangrado, es importante que no lo tomes sin consultar
con tu médico.
El
uso de imanes, si bien es popular, no es efectivo para el tratamiento de la
artritis en general. Y si bien no tiene efectos secundarios, puede ser
perjudicial para quienes tienen un marcapaso o están embarazadas.
Como
ves, existen varios tratamientos complementarios para la artritis. Sin embargo,
nunca debes iniciar ninguno por tu cuenta, siempre es recomendable discutirlo
con tu médico. Muchas veces los charlatanes se aprovechan y venden suplementos
que pueden causarte más daño. Y algunos pueden tener interacciones con las medicinas
que si te benefician.
Actualización
de un artículo originalmente publicado en el 2009.
Copyright
© 2020 Vida y Salud Media Group. Todos los Derechos Reservados.
Imagen: ©Shutterstock / namtipStudio