Cruda
se parece al cus-cus y muchos la consideran el alimento perfecto. Se trata, ni más ni menos, de la sencilla
quinoa, pequeña en apariencia, pero enorme por su aporte nutritivo y la
variedad de formas en que puede prepararse. Fue el alimento principal de los
incas, pero es ahora que su fama se ha extendido al resto del mundo que la ha
recibido con los brazos abiertos. ¿Por qué no la pruebas tú?
Si
estabas buscando una alternativa sana para añadir a tu mesa, ya la
encontraste. Haz la prueba con la quinoa,
un alimento con muchas proteínas, que puede ser consumido por celíacos (que no
toleran el gluten), diabéticos, personas
con problemas del corazón o con sobrepeso
y por los amantes de la buena mesa, curiosos por probar sabores
milenarios y un poco exóticos.
Se
cree que la quinoa ya era cultivada y consumida por los pueblos de la región
Andina de América del Sur hace alrededor de 5.000 años. Fue el alimento básico
de la cultura inca y hoy su uso se ha extendido por todo el mundo.
Por
su forma se parece a las semillas: su grano es pequeñito, de color crudo, y al
cocinarse se rompe en forma parecida a los mini copos de maíz. Su sabor es
suave y fresco, y al comerla da una sensación de liviandad, como si estuvieras
consumiendo algún vegetal y no un cereal. Por eso es ideal para usarla en
ensaladas durante el verano, en vez del arroz, del trigo o de algún otro
cereal. En invierno, la quinoa no tiene por qué desaparecer de la mesa. Una
opción exquisita es incluirla en las sopas, sustituyendo a los fideos.
Si
todavía no te has convencido, aquí te contamos más detalles sobre la quinoa:
Sus
granos poseen carbohidratos (63 %), proteínas (16%), grasas (8%), minerales y
vitaminas.
En
comparación, tienen más proteínas que otros granos similares. La Organización Mundial de la Salud ha
señalado que la calidad proteica de la quinoa es equivalente a la de la leche.
Son
granos únicos, ya que contienen 9 aminoácidos esenciales y en una proporción
ideal para la dieta humana. Esto hace que la quinoa sea una opción de proteínas
completa.
Asimismo,
es mucho más rica en polifenoles con propiedades antioxidantes que otros
cereales.
Las
grasas que contiene son saludables: predominan las poliinsaturadas del tipo
omega 3.
Cada
porción de quinoa agrega 3 gramos de fibra a la dieta y el 10% del valor diario
de hierro que necesita el cuerpo.
Estos
granos no tienen gluten, así que son ideales para los celíacos que no lo
toleran.
En
general, puedes conseguir quinoa en granos que deben ser cocidos. Una opción
sencilla y rápida es hervirlos como si se tratara del arroz. Hay que agregar dos o tres tazas de agua por
cada taza de quinoa. Luego de unos 20 o 30 minutos de hervor, ya estará lista
para servir. Otra alternativa rápida y cómoda es agregar un puñado (un manojo)
a tus sopas, unos minutos antes de retirarla del fuego.
La
quinoa se puede comer fría o caliente. Combínala con cualquier alimento que se
te ocurra. Queda muy sabrosa en ensaladas, combinadas con queso y vegetales.
Algunos las prefieren con otras legumbres y en guisos… deja volar tu
creatividad y sorpréndete con este milenario alimento que le agregará sabor,
nutrientes y originalidad a tus platos.
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Imagen: ©Shutterstock / Elena Veselova