Se
considera que las mujeres tienen el dos veces más posibilidades de sufrir
depresión que los hombres. Las causas son diversas, así como los síntomas, pero
lo más importante es que existen tratamientos que ayudan a sentirse bien.
Se
estima que uno de cada 10 adultos en los Estados Unidos sufre de depresión. La
mayoría son mujeres y, lamentablemente, solo un tercio de ellas recibe la ayuda
que necesita. ¿Por qué? Porque la depresión se caracteriza por sentimientos de
tristeza, angustia y altibajos emocionales a los que muchas veces la misma
persona que los sufre no les da la importancia que se merecen. Por el
contrario, en general se consideran a estos síntomas como parte normal de la
vida, lo que puede ser cierto a veces, pero si se prolongan por periodos largos
o afectan tu vida diaria, entonces lo ideal es buscar ayuda profesional.
La
depresión es un desorden en el estado de ánimo que puede afectar todos los
aspectos, tanto personal como social y en tu trabajo. Causa sensación de
tristeza, desesperanza y preocupación y puede ser de distintos grados. Puede
causar síntomas emocionales y físicos desde apatía, falta de apetito,
dificultad para dormir, insomnio, cansancio, pérdida o aumento del peso y
sensación de culpa, hasta pensamientos recurrentes negativos sobre la muerte y
el suicidio.
¿Pero,
por qué es más común en las mujeres? Se desconocen las causas de la depresión
en la mujer. Se cree que existe una variedad de factores que juegan un papel
muy importante en la depresión: reproductivos, hormonales, genéticos y/o
biológicos; el maltrato y la opresión; factores interpersonales y ciertas
características psicológicas y de personalidad.
Independientemente
de los factores sociales y culturales, se sabe que la depresión en las mujeres
aumenta después de la pubertad. En este sentido, se cree que la posibilidad de
que las mujeres padezcan de depresión está relacionada con cambios en los
niveles hormonales, como ocurre durante el embarazo (o al perder uno), en la
menopausia, después del parto (depresión posparto) y con los mismos ciclos
menstruales.
Otros
factores de riesgo son: la historia familiar, el haber tenido trastornos
emocionales en los primeros años de la reproducción, el haber perdido a alguno
de los padres antes de los 10 años de edad, el estar bajo mucha presión social,
el haber sufrido abuso físico o sexual y el uso de ciertos anticonceptivos.
Si te
sientes triste y la sensación de desolación persiste, no minimices lo que te
ocurre. Afortunadamente, hoy existen muchas maneras de tratar la depresión con
ayuda profesional. Y ciertamente, puedes sentirte mejor.
¡Tu
puedes y debes disfrutar tu vida!
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