El gobernador encabezó
la ceremonia conmemorativa al centenario de la Secretaría de Educación Pública
Nunca más la represión,
ni las dictaduras institucionales, expuso Barbosa Huerta al recordar a las y
los caídos el 2 de octubre de 1968
Al
encabezar la ceremonia conmemorativa al centenario de creación de la Secretaría
de Educación Pública, el gobernador Miguel Barbosa Huerta convocó a los
distintos sectores de la sociedad a salvar al sistema educativo estatal del
riesgo que se encuentra por la pandemia de COVID-19.
Acompañado
por la presidenta honoraria del Patronato del Sistema Estatal DIF, Rosario
Orozco Caballero; por el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación
Política del Congreso del Estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina; y el presidente
del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez Sánchez, señaló que el
compromiso de los gobiernos de la Cuarta Transformación, como el de Puebla, es
mejorar las condiciones para la impartición de la educación en México.
En
este acto, desarrollado en las instalaciones de la dependencia y en el que se
realizó el encendido del Faro de la Educación, Barbosa Huerta resaltó que
actualmente el gobierno estatal destina el 40 por ciento de sus recursos en el
tema educativo.
Frente
a funcionarios de su gabinete, señaló que México requiere de una sociedad más
pujante con formación nacionalista y valores sociales, pero con una visión
moderna, global y vinculado al futuro educativo.
Barbosa
Huerta felicitó a todas las y los alumnos, así como a las y los maestros
poblanos, e hizo un reconocimiento a los secretarios de Educación Pública que
ha tenido el país y el estado, luego de destacar lo mucho que Puebla y México
han construido en materia educativa, no obstante, dijo que es necesario
fortalecerlo.
En
esta ceremonia, también recordó la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de
1968, al señalar que es un parteaguas de la historia moderna de México y que
sin este suceso no habría gobiernos de izquierda en funciones ni tampoco un
país de libertades.
En memoria de las y los caídos de esa fecha, el gobernador y los asistentes guardaron un minuto de silencio: nunca más la represión, ni las dictaduras institucionales.