NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
JUEVES 24 ENERO 2019
Como
tu hijo adolescente no hay dos: como la mayoría de los padres lo consideras
capaz, inteligente, lleno de potencial y con toda una hermosa vida por delante.
Por eso te sorprende y te preocupa que se retraiga, que no tenga amigos, se agobie
con las responsabilidades del colegio o se sienta inútil, feo o que nadie – ¡ni
siquiera tú! – lo quiera. ¿Qué puedes hacer tú en el proceso? Aquí te brindo
unos cuantos consejos.
Ya
Luisa no sabe qué hacer. Su hija de 14 años le preocupa enormemente. Casi no se
comunica con ella, se encierra en su mundo por horas y no tiene amigas. Todos
los comentarios sobre si misma son negativos: se considera torpe, fea e incapaz
de hacer nuevas amistades. Y en cuanto a la escuela, peor: “¿Para qué estudiar
si de todas formas no voy a pasar el examen?” ¿Qué puede hacer Luisa para
ayudar a su hija? ¿Cómo hacerle ver que nadie la odia ni la rechaza y que todo
eso está en su mente? Los padres de los
adolescentes, sobre todo los que se muestran ansiosos e inseguros, se hacen ésa
y otras preguntas similares muchas veces.
Para aliviar la situación, aquí encontrarás unos cuantos consejos
útiles.
Cómo
entrenar a tu hijo o hija adolescente a manejar sus sentimientos de ansiedad y
de inseguridad
¿Qué
hace un entrenador deportivo? Le brinda al atleta o al jugador su experiencia
en el campo de juego, le ayuda a ejercitarse físicamente, le enseña a jugar
dentro de un equipo y a dar lo mejor de sí mismo, pero a la hora del partido, tiene que dejarlo ir
solo al terreno de juego a enfrentarse a su oponente. Tu función como padre es parecida: debes
enseñarle a volar, pero tu hijo adolescente debe emprender el vuelo por sí
mismo. Si se muestra ansioso, tu deber es ayudarlo a lidiar con su ansiedad,
pero tienes que dejarlo experimentar y a aprender de esos momentos de
frustración por sí solo. Se dice fácil,
pero la realidad puede resultarte abrumadora. La tarea se te facilitará si
tienes en cuenta lo siguiente:
1.
Controla tus propios sentimientos
Si tu
hijo o hija adolescente se muestra ansioso o inseguro, lo primero que tienes
que hacer es controlar tus propios sentimientos de ansiedad relacionados con tu
hijo. ¿Te preocupa que no pueda pasar un examen? ¿Qué sufra por los comentarios
de sus compañeros de la escuela? Aunque te resulte difícil, tienes que alejarte
emocionalmente de la situación para poder prestarle apoyo. Para aliviar tu propia ansiedad, comparte tus
sentimientos con tu pareja, con una amiga o con un familiar de confianza. Cuando
verbalizamos una situación, podemos analizarla más objetivamente. Si tu hijo se queja de una situación real o
imaginaria, trata de mostrarte lo más tranquilo(a) posible y ayúdalo a
enfocarla de forma positiva.
2.
Demuéstrale mucho amor y comprensión
Es la
mejor medicina para cualquier problema, especialmente para los
adolescentes. Incluso cuando tu hijo
adolescente pueda decirte frases muy hirientes, está lidiando con sus propias
ambivalencias y temores. Repítele hasta
el cansancio que lo amas y que cuenta con todo tu apoyo de forma incondicional. Demuéstralo con acciones: dedícale tiempo e
invítalo a desahogar lo que le preocupa.
Si recuerdas algún momento de tu propia vida en la que pasaste por una
experiencia similar (una discusión con las amigas, la ruptura con un enamorado,
dificultades en la escuela), cuéntasela y dile también como la solucionaste.
3.
Ofrécele apoyo pero déjale su propio espacio
Lo
más fácil del mundo es pasar esa raya tan sutil en la que los padres invaden la
privacidad del hijo adolescente. Tienes que aprender a “leer” los mensajes de
tu hijo para saber cuándo quiere hablar o cuando prefiere estar solo. No lo
interpretes como un rechazo, sino como parte de su propio proceso de
independencia.
4.
Enfatiza sus puntos positivos y lo que hace bien
A
veces, tratando de ayudar, somos demasiado críticos y exigentes y nos olvidamos
de resaltar lo positivo de la otra persona, especialmente los hijos. Con
frecuencia, los padres de los adolescentes solamente notan los problemas y
hasta caen en el hábito de darles solamente reacciones y críticas
negativas. Tu hijo responderá mucho
mejor si tu reacción a sus acciones es positiva. Tampoco exageres: si saca
buenas notas, felicítalo y hasta piensa en premiarlo de alguna manera. Pero no
le digas que es un genio, cuando sabes bien que no es cierto.
5.
Apóyalo, pero dále campo libre
Si tu
hijo adolescente tiene que tomar una decisión, dale un consejo pero no decidas
por él. Las consecuencias de nuestras
acciones son las mejores maestras en la vida y ésa es una lección importante
que tu hijo debe aprender por sí solo.
6.
Ayúdalo a neutralizar sus sentimientos de ansiedad
Si tu
hijo te plantea una situación que le produce ansiedad o inseguridad (hablar
ante su clase, lidiar con el rechazo de una amiga(o), por ejemplo), escucha con
atención y no le restes importancia a sus sentimientos, aunque te parezcan
exagerados. Cálmalo diciéndole que es normal sentirse ansioso ante una
situación semejante o lo que haces tú para lidiar con tus nervios en una
situación difícil: salir a caminar para despejar la mente, respirar
profundamente, escuchar música que te haga sentir bien). Si el adolescente está pasando por una
situación realmente difícil, como la separación de los padres u otro problema
familiar, considera buscar ayuda profesional (el pediatra, el consejero de la
escuela, o un terapista).
7. No
lo ridiculices
Aunque
pienses que tu hijo exagera, para él el problema en realidad ES enorme.
Especialmente cuando se trata de sus sentimientos, debes demostrar respeto y
consideración. Aunque se trate de algo
simple como la queja cada mañana de que no tiene nada que ponerse o nada le
queda bien, o el pelo está horrible, para un adolescente, una imagen mala de sí
mismo es un gran problema. En lugar de
decirle que no tiene razón y de que está equivocado(a), quizá puedes
neutralizar la situación coincidiendo con él en que muchas personas se sienten
así. Si te es posible, quizá puedan salir a a comprar un par de piezas que le
gusten y así puede planear qué se puede poner la noche anterior y evitar la
angustia la mañana siguiente.
8. No
niegues sus sentimientos
Es
otra de las situaciones difíciles para los padres. Si el adolescente te dice
que se siente feo(a) y que nada le queda bien, la primera reacción es decirle
que no, que está equivocada(o) totalmente.
Recuerda que los adolescentes a veces tienen una percepción distorsionada
de sí mismos y también se encuentran bajo la presión de la publicidad y de la
imagen que los medios o sus compañeros, les imponen. Sigue brindándole comentarios positivos
siempre que sea posible.
Recuerda
que la ansiedad y la inseguridad pueden también tener síntomas físicos. Estos pueden traducirse en dolores de cabeza,
de estómago o falta de energía. Consulta
con el pediatra para descartar cualquier otra causa o condición física que los
pueda provocar.
Hay
otras manifestaciones que debes tener en cuenta y que pueden indicar que el
adolescente necesita ayuda profesional:
Exceso
de ansiedad
Subida
o pérdida de peso repentina
Sentimientos
de profunda tristeza
Sus
calificaciones bajan repentinamente
Falta
de motivación
Baja
auto estima
Dificultad
para dormir
Si
notas varios de estos síntomas, pide ayuda de inmediato. La inseguridad
excesiva, unida a sentimientos de baja autoestima puede conducir a
comportamientos autodestructivos como el uso de drogas y/o de alcohol o
trastornos como la bulimia y la anorexia.
De
nuevo, te animo a armarte de paciencia y a recordar que la transición de niño a
joven adulto no es fácil. Demuéstrale todo el amor que sientes a tu hijo(a)
adolescente para que sepa que, aunque deba caminar por sus propios medios, tú
irás a su lado.
Imagen
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