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TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
INFORMA
NOTICIARIO DE
ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
MARTES 12 MAYO
2020
¿Sabías que casi la mitad de
las lesiones en los ojos no ocurren en lugares de trabajo o en zonas
industriales, sino en el hogar? ¿O que el 90 por ciento de esos accidentes se
podría haber evitado con una protección adecuada? Por eso es tan importante
cuidarse para impedir que se produzcan daños que pueden tener consecuencias
serias en los ojos y hasta provocar la pérdida de la visión.
A veces, son los accidentes
más pequeños los que provocan los mayores daños, y en muchas oportunidades
ocurren en el hogar, durante incidentes que podrían haberse evitado. Golpearse
un dedo del pie con la pata de algún mueble, resbalarse en la bañera y quemarse
en la cocina son sólo algunos ejemplos de una lista que podría ser larguísima y
de la cual los ojos no están exentos.
Según datos de la Academia
Americana de Oftalmología y la Sociedad Americana de Trauma Ocular, tomados de
una encuesta a nivel nacional en Estados Unidos, más del 40 por ciento de las
lesiones en los ojos fueron producidas mientras las personas hacían tareas en
el hogar, el jardín y la cocina. ¿Haciendo qué, por ejemplo? Pues ocupaciones
de lo más sencillas, cotidianas y necesarias, como freír comida o limpiar con
cloro.
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La lista podría ser larga y
variada, aquí sólo te contamos algunas de las situaciones habituales que
esconden los riesgos que suelen pasar desapercibidos, pero que se pueden
disminuir con los cuidados apropiados:
Si estás usando aceite muy
caliente para freír, basta con que se salpiquen algunas gotitas hirviendo en tu
cara y entren en uno de tus ojos para afectarlo seriamente.
Si estás limpiando algo con
productos químicos irritantes -como el cloro, el limpiador del horno,
disolventes o limpiadores de piscinas- y se salpican en tus ojos, también puede
ser muy peligroso.
Si estás abriendo una botella
de vino espumante, sidra o champán y el corcho sale volando, puede ser como un
proyectil si llega a alguno de tus ojos.
Si al cortar la hierba del
jardín o podar las plantas saltan ramas o piedras sueltas, también son como
proyectiles que pueden lastimar tus ojos.
Si trabajas en el garaje con
herramientas que producen fragmentos o partículas de polvo (sierras, lijadoras
o taladros), alguna de ellas puede saltar y lesionar tus ojos.
Si al caerte o tropezarte con
los muebles o las alfombras te golpeas en los ojos, por supuesto que es
peligroso.
La buena noticia es que todo
esto puede evitarse usando la protección correcta que, en general, consiste en
usar gafas especiales de acuerdo a cada actividad. Por ejemplo, la Academia
Norteamericana de Oftalmología, recomienda usar gafas protectoras al hacer
reparaciones caseras, al usar productos químicos para la limpieza y hasta
cuando los niños preparan proyectos escolares en los que están en contacto con
pegamentos y pinturas que accidentalmente puedan entrar al ojo, al restregarse
la cara con las manos sucias.
Otros cuidados que pueden
ayudarte a ti y a tu familia son:
Lee las etiquetas de los
limpiadores y los químicos para saber cómo usarlos apropiadamente. Usa gafas y
guantes protectores al aplicarlos y no mezcles productos, para evitar
reacciones que puedan ser peligrosas también para tu piel y tus pulmones.
Asegura las alfombras para
evitar caídas.
Ten cuidado con los objetos
puntiagudos (como cuchillos y tijeras), así como con los extremos de los
muebles en punta, especialmente si en el hogar hay niños y ancianos.
Antes de cortar el césped,
retira las piedras o cualquier tipo de basura que pueda saltar, convirtiéndose
en un proyectil.
Al usar una botella con
aerosol, asegúrate que la boquilla apunte en dirección contraria a ti.
Ten cuidado al freír. Si no
tienes un protector para la grasa, para usar sobre la sartén, usa gafas de
seguridad mientras lo haces.
En las fiestas, evita el uso
de fuegos artificiales en casa. Mejor disfruta del festejo pirotécnico de tu
municipalidad.
¿No es tan difícil, verdad?
Una buena idea es tener gafas por todas las habitaciones en donde puedes
necesitarlas, así las tendrás siempre a mano. Además, ten en cuenta que a veces
no basta con que se proteja quien está haciendo la actividad sino que también
es necesario que lo hagan todos los que están a su alrededor.
Muchas veces los niños
observan a sus padres mientras hacen alguna reparación casera u otra labor y,
de ese modo, también ellos están en peligro de lesionarse. En esos casos, haz
que se mantengan a una buena distancia o que también usen gafas protectoras.
Explícales a otros miembros
de tu familia los riesgos que corren y anímalos a cuidar sus ojos cada vez que
sea necesario, para que todos puedan seguir disfrutando sus actividades de
manera segura.
Publicación original: 2015
Última revisión: 2020
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Aleksandr Mokhnachev