VIDA
Y SALUD
Si tú
o alguien que conoces está pasando por una crisis, está deprimido o ha pensado
en suicidarse, es importante buscar ayuda. Los síntomas físicos del Covid-19 se
han diseminado bastante pero no tanto los efectos psicológicos de la pandemia
como el efecto del distanciamiento social, el estrés económico, la ansiedad por
la incertidumbre, la depresión, etc. Existe ayuda y tratamiento para estas
condiciones. Es importante que la busques.
El
suicidio es el acto de quitarse la vida (matarse), frecuentemente debido a
depresión u otra enfermedad mental. De acuerdo con la Organización Mundial de
la Salud (OMS), cerca de 800,000 personas mueren cada año (lo que equivale a
una persona cada 40 segundos) debido a suicidio. Se estima que por cada adulto
que muere por suicidio, puede haber más de otros 20 que intentaron suicidarse.
Es la segunda causa de muerte entre las personas entre los 15 y los 29 años a
nivel mundial.
En
Estados Unidos en 2018-19, el suicidio fue la segunda causa de muerte en las
personas entre los 10 y los 34 años, después de las lesiones involuntarias. Y
en ese mismo año 1.442.000 millón de adultos de 18 años o más reportaron
intentos de suicidio y 717.000 adultos de 18 años o más recibieron tratamiento
médico por intento de suicidio en este país.
Entre
los efectos psicológicos del virus, de acuerdo con los expertos, el aislamiento
social, la incertidumbre con la que vivimos, la ansiedad, la depresión, el
abuso de las drogas y el alcohol probablemente aumenten el número de suicidios.
Un profesor de psicología en Harvard, Mathew Nock, dice que “Es un experimento
en cierta manera. No sólo es un aumento en la ansiedad, pero la pieza más
importante es el aislamiento social. Nunca hemos tenido nada como esto, y
sabemos que el aislamiento social se relaciona con el suicidio”.
De
hecho, históricamente en Estados Unidos las tasas de suicidios han ido
aumentando continuamente desde el año 2000 (35% en general en la mayoría de los
grupos de edad) pero el incremento se duplicó a raíz de la recesión del 2008.
El impacto de la pérdida de trabajos, los desalojos y los desplazamientos
causados por la recesión y las dificultades económicas aumentaron los
suicidios. Ahora tenemos que agregar la pandemia y sus consecuencias.
Un
reporte de los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)
publicado en agosto 14 del 2020 en el que se entrevistaron a más de 5.000
adultos, de junio 24 al 30 del 2020, reportó condiciones mentales negativas
asociadas con el Covid-19. Los adultos jóvenes, las minorías étnicas, los
trabajadores esenciales y los cuidadores adultos no pagados reportaron
experimentar desproporcionadamente los peores resultados de salud mental,
aumento en el uso de substancias e ideación suicida con mayor frecuencia.
En
otro estudio acerca de su salud mental en más de 10.000 estadounidenses entre
mayo y junio, los CDC encontraron un aumento en los síntomas de ansiedad y
depresión, comparado con el mismo estudio el año anterior, y la gente joven era
la más afectada. De hecho, 11% de los que respondieron a la encuesta dijeron
que habían “considerado seriamente” el suicidio en los 30 días anteriores. Para
los que tenían entre 18 y 24 años, el número era más del doble (uno de cada 4).
Finalmente, de acuerdo con un estudio publicado el 11 de septiembre del 2020
por el National Vital Statistics Report la tasa de suicidios entre los jóvenes
de entre 10 y 24 años brincó de aproximadamente 7 por 100.000 en 2007 a cerca
de 11 por 100.000 en 2018.
Una
psicóloga que se especializa en adolescentes, Lisa Damour, dice que “Los
adolescentes están en una etapa de desarrollo en que es muy importante que
tengan contacto regular con sus compañeros y que desarrollen relaciones
cercanas y continuas con adultos fuera de la casa. Como maestros, entrenadores
y asesores. Y que le preocupa lo que significa que esto se haya interrumpido
por la pandemia”.
Signos
y Síntomas de Suicidio en los Adolescentes
Se
recomienda que los padres conozcan los signos y/o síntomas que sugieren que su
hijo(a) podría estar vulnerable, ya que el suicidio se puede prevenir. Estos
incluyen:
Cambios
en la personalidad: tristeza que perdura, distanciamiento, irritabilidad,
ansiedad, cansancio, indecisión.
Cambios
en su comportamiento: deterioro en sus relaciones interpersonales, menos
interés en actividades positivas.
Trastornos
del sueño: insomnio, dormir de más, pesadillas.
Cambios
en sus hábitos para comer: pérdida del apetito, pérdida de peso, comer de más.
Miedo
a perder el control: comportamiento errático, lastimarse a él (ella) o a otros.
Es
diferente darle privacidad al adolescente y el adolescente que no sale de su
cuarto por varios días.
El
adolescente que habla de hacerse daño o de desaparecer. Los padres deben
preguntarle directamente si es algo que realmente ha pensado en hacer o
pensaría en hacer. Y escucharlos.
Jonathan
Singer, presidente de la American Association of Suicidology y profesor adjunto
de la Escuela de Trabajo Social en Loyola University Chicago dice que “En
cualquier momento que un chico(a) dice que no cree que a las personas les
importa si se muere o que él o ella piensan que las personas estarían mejor si
él o ella no estuvieran en este mundo, es importante tomarlos en serio”.
Si su
escuela es únicamente virtual, Damour recomienda que los padres busquen algún
deporte, algún trabajo, alguna oportunidad voluntaria o tiempo social “seguros”
que le permitan tener contacto con otros adultos que le presten atención.
Factores
de Riesgo de Suicidio en los Adolescentes
Existen
ciertos factores de riesgo asociados con mayor riesgo para suicidio en los
adolescentes de acuerdo con la American Psychology Association (APA):
Intentos
previos de suicidio
Trastornos
de salud mental (depresión ansiedad)
Abuso
de alcohol u otra substancia
Sentimientos
de desesperación, impotencia, culpabilidad, soledad, ineptitud, de autoestima
baja
Pérdida
de interés en los amigos, las aficiones o las actividades que se disfrutaban
previamente
Comportamiento
agresivo
Acoso
o ser acosado en la escuela o en situaciones sociales
Comportamiento
destructivo, incluyendo problemas de disciplina en la escuela o en la casa
Comportamientos
de alto riesgo (beber alcohol y manejar, mala toma de decisiones)
Pérdida
seria reciente (muerte, divorcio, separación, ruptura de relación romántica)
Historia
familiar de suicidio
Violencia
familiar (violencia doméstica, abuso infantil o negligencia)
Confusión
en cuanto a la orientación e identidad sexual (falta de apoyo o acoso durante
el proceso de revelación)
Acceso
a medios letales como armas de fuego, pastillas, cuchillos o drogas ilegales
Estigma
asociado a buscar servicios de salud mental
Barreras
para tener el acceso a servicios de salud mental (falta de proveedores de
servicios bilingües, transportación no confiable, problemas de costo)
Toma
medidas preventivas con tu adolescente
La
APA dice que los padres no son impotentes. Pueden proteger a su hijo contra la
posibilidad de suicidio. La asociación recomienda que tomes las siguientes
medidas:
Interactúa
con tu adolescente positivamente (dale retroalimentación consistente, elógialo
cuando haga algo bien)
Aumenta
su participación en actividades positivas (promueve su participación en
deportes / clubes)
Monitorea
en donde anda tu hijo y sus comunicaciones de forma apropiada (textos,
Instagram, Facebook, Twitter) con el fin de promover su seguridad
Debes
estar consciente del ambiente social de tu adolescente (amigos, compañeros de
equipo, entrenadores) y comunícate regularmente con otros padres en tu
comunidad
Comunícate
regularmente con los maestros de tu adolescente para asegurarte de su seguridad
en la escuela
Limita
el acceso de tu adolescente al alcohol, a medicinas (pastillas) recetadas, a
drogas ilegales, a cuchillos y a pistolas
Habla
con tu adolescente acerca de sus preocupaciones: pregúntale si él o ella ha
tenido pensamientos suicidas
Explícale
el valor de la terapia y las medicinas para manejar los síntomas
Aborda
tus preocupaciones con otros adultos en la vida de tu hijo(a) (maestros,
entrenadores, familia)
Discute
tus preocupaciones con su pediatra para que te refiera con un especialista en
salud mental
Habla
con tu adolescente acerca del suicidio
La
APA recomienda que uses las siguientes recomendaciones cuando hables con tu
hijo acerca del suicidio:
Habla
de una forma calmada, no acusatoria
Expresa
tu preocupación de una forma cariñosa
Déjale
saber qué tan importante él o ella es para ti
Concéntrate
en tu preocupación por el bienestar y la salud de tu adolescente
Haz
tus oraciones con “yo” para transmitirle que entiendes las tensiones o
angustias que él o ella puede estar experimentando
Anímalo(a)
a obtener ayuda profesional (busca recursos locales apropiados)
Asegúrale
que el buscar estos servicios va a cambiar su forma de ver las cosas
Si
los padres piensan que se podría beneficiar de ayuda profesional o tienen
dudas, es importante que consulten a un profesional. La telemedicina es una
forma segura de hacerlo y está cubierta por muchos seguros de salud. Si el peligro
es inminente, es importante llevarlo a una sala de emergencias. En Estados
Unidos se puede llamar al 911.
Pero
el suicidio no discrimina. Los adolescentes no son los únicos con riesgo de
suicidio. Las personas de todos los sexos y edades pueden estar en riesgo. Es
algo complejo.
Otros
signos o síntomas no mencionados arriba, que se pueden presentar en los adultos
(incluyendo los anteriores) son: hablar de sentirse vacíos, de no tener ninguna
razón para vivir. Hablar de estar buscando alguna manera para matarse en línea,
de estar acumulando pastillas o de comprar una pistola. Hablar de sentir gran
culpa o pena. Hablar de sentirse atrapados o de que no hay solución. Hablar de
que sienten un dolor inaguantable (ya sea físico o emocional). Hablar de ser una
carga para otros. Usar el alcohol o las drogas más seguido. Actuar ansioso o
agitado. Retirarse de la familia o los amigos. Mostrar rabia o hablar de buscar
venganza. Tomar riesgos elevados que podrían llevar a la muerte, como manejar
extremadamente rápido. Hablar o pensar sobre la muerte frecuentemente. Mostrar
cambios extremos en el estado de ánimo (cambiar súbitamente de muy triste a muy
calmado o contento). Regalar bienes importantes. Despedirse de los amigos y la
familia. Poner los asuntos en orden y hacer un testamento.
Otros
factores de riesgo no mencionados arriba que se pueden presentar en los adultos
incluyen: ciertas condiciones médicas, dolor crónico, tener armas de fuego en
la casa, haber sido liberado de la cárcel recientemente o haber estado expuesto
a un suicidio (de un familiar o incluso de una celebridad).
Los
Institutos Nacionales de Salud recomiendan 5 pasos para ayudar a alguien con
dolor emocional:
Preguntar:
¿Estás pensando en matarte?
Mantenlos
seguros: Reduce su acceso a artículos o lugares letales.
Está
presente: Escucha cuidadosamente y reconoce sus sentimientos.
Ayúdalos
a conectar: A una Línea Nacional de Prevención de Suicidio (en Estados Unidos
es 1-888-628-9454) o el equivalente en tu país o con un profesional de salud
mental.
Mantente
conectado: Dale seguimiento y mantente en contacto después de la crisis.
Los
suicidios y los intentos de suicidio tienen un impacto en las familias, los
amigos, los colegas, las comunidades y las sociedades.
Los
suicidios se pueden prevenir. Cuando alguien tiene signos o síntomas que
sugieren que podría estar en riesgo hay que prestar atención y ayudarle a
buscar ayuda antes de que sea demasiado tarde. De acuerdo con Jonathan Singer,
hemos visto aumentos en los suicidios en 2007 a 2009 probablemente impulsados
por la recesión. El aumento en los suicidios entre 2016 y 2018 fue un poco
sorprendente, se correlacionó con el aumento de ventas en armas en Estados
Unidos (de allí la importancia de mantenerlas fuera del alcance de los
adolescentes) y el aumento más reciente se ha correlacionado con la pandemia.
Como el suicidio frecuentemente es impulsivo, el obtener ayuda de inmediato
podría desactivar o calmar ese impulso. De acuerdo con Singer, “Tener una
charla o conversación telefónica de 5 o 10 minutos en el momento cuando sucede
algo estresante puede ser tan valioso como pasar una hora al mes en terapia”.
Existen
tratamientos: psicoterapia sola y/o con medicamentos (si es necesario). Lo
importante es identificar el problema y buscar ayuda.
Entre
los recursos disponibles en Estados Unidos, está la Línea Nacional de
Prevención de Suicidios las 24 horas en el 1-888-628-9454. La llamada es
gratuita y totalmente confidencial. Es la única red nacional de respuesta a
situaciones de crisis. Como éste, existen recursos en otros países. Búscalos en
nuestra sección de Recursos por País o poniendo “línea prevención suicidio” y
tu país en la barra de búsqueda de tu computadora, tableta o celular/móvil.
Copyright
© 2020 Vida y Salud Media Group. Todos los Derechos Reservados.
Imagen: ©Pixabay.com / SewCream