Lo que toda mujer debe saber
Actualmente,
el cáncer del seno (cáncer de mama) es el más frecuente en las mujeres, tanto
en los países desarrollados como en vías de desarrollo. En Vida y Salud nos
sumamos a las múltiples iniciativas que se hacen en todo el mundo para combatir
esta enfermedad. Por eso queremos recordarte la importancia de la detección
temprana, las ventajas y desventajas de hacerte mamografías de control y cómo
puedes tu misma examinarte en casa.
La
mejor forma de detectar el cáncer de seno
Según
los Centros de Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC), la
mejor forma de detectar el cáncer del seno cuando se inicia, es mediante una
mamografía, especialmente si tienes entre 50 y 74 años.
La
mamografía o mamograma es una radiografía de los senos que sirve para detectar
si existe un tumor, antes de que tenga un tamaño lo suficientemente grande para
que pueda sentirse al tacto.
Como
cualquier radiografía, las mamografías emiten una pequeña cantidad de
radiaciones que pueden ser perjudiciales para la salud y hay algunos casos de
falsos positivos, entre otras cosas. Por eso hace un tiempo ha comenzado un
debate sobre la conveniencia o no de hacerse este estudio, y las opiniones
siguen divididas.
Algunos
opinan que las mamografías no son recomendables en mujeres menores de 30 años,
aunque tengan cierta predisposición genética que aumente su riesgo de
desarrollar cáncer del seno. Para detectarlo de manera temprana, hay otras
pruebas que no emiten radiaciones, como los estudios de resonancias magnéticas
(MRI) y el ultrasonido. Estos estudios tienen sus indicaciones y su lugar en
ciertos casos.
Mamografía:
Beneficios vs riesgos
El
consenso general es que en el caso de las mujeres mayores, el riesgo disminuye
y los beneficios que puede aportar una mamografía son superiores a los riesgos,
sobre todo después de los 50 años de edad. Por eso, en Estados Unidos se
recomienda que las mujeres a partir de esta edad se hagan mamografías anuales para
la detección temprana del cáncer del seno (y de hecho hay organizaciones como
la Asociación Americana contra el Cáncer, y la Asociación Americana de
Gineco-Obstetricia, entre otras, cuya recomendación es que las mujeres se hagan
mamografías anuales a partir de los 40 años). Lo que pasa es que la mamografía
puede detectar un cáncer del seno mucho antes de que dé síntomas o de que se
pueda sentir durante un autoexamen.
Lo
importante es que no dejes de hacerte los controles ginecológicos de rutina
todos los años, independientemente de tu edad, y que según sea tu caso hables
con tu médico para que juntos determinen las pruebas y los cuidados
particulares que debes considerar para prevenir el cáncer del seno (cáncer de
mama).
Cambios
en las mamas
Otra
forma muy práctica de estar alerta es que tú misma te hagas una prueba de
autocontrol para detectar alguna de los señales del cáncer del seno y puedas ir
al médico si notas que algo no anda bien. Recuerda que entre los principales
síntomas o signos del cáncer del seno se encuentran:
Aparición
de un bulto en las mamas (senos) o debajo del brazo (axila).
Cualquier
cambio en el tamaño o la forma de las mamas, o endurecimiento o hinchazón de
una parte de las mamas.
Irritación
o hundimientos en la piel de las mamas, así como enrojecimiento o descamación
en el pezón o las mamas.
Hundimiento
del pezón, dolor en esa zona o secreción que no sea leche, incluso de sangre.
Dolor
en cualquier parte de las mamas.
Autoexamen
¿Cómo
puedes detectar las señales de cáncer del seno tú misma? No es tan difícil,
puedes hacerlo parada o acostada en la
intimidad de tu hogar:
Párate
frente al espejo con los brazos a los lados y observa tus senos detenidamente
buscando alguna señal de alerta.
Pon
tus manos sobre tus caderas y presiona tus brazos para abajo para tensar los músculos de tu pecho. ¿Ves algún cambio?
Inclina
tu espalda hacia delante y fíjate si ha habido cambios.
Nuevamente
con la espalda recta, levanta los brazos sobre tu cabeza y junta las palmas de
tus manos. Si no ves ningún cambio hasta ahora, puedes seguir con la segunda
parte del auto examen.
Recostada
en cualquier superficie plana, como tu cama, pon una almohada pequeña o una
toalla doblada bajo el hombro derecho (también puedes hacerlo en la ducha, con
un poco de jabón en tus dedos para que se deslicen más fácilmente).
Revisa
si tu pezón derecho está soltando líquido. Presiónalo suavemente, como si
quisieras sacar algo de él.
Palpa
tus senos en busca de cualquier cambio extraño como una bolita dura, piel
gruesa o dolor al presionar en un lugar. Empieza poniendo tu mano derecha en tu
cadera, y con los tres dedos del medio de tu mano izquierda, palpa tu axila y
tu clavícula del lado derecho.
Levanta
el brazo derecho detrás de tu cabeza. Con la parte de abajo de los mismos tres
dedos de la mano izquierda, presiona en como haciendo un círculo suavemente
sobre tu seno derecho (como un masaje), de abajo hacia arriba, empezando por la
derecha y terminando en la izquierda
Ahora
palpa haciendo líneas desde afuera del seno hacia el pezón. Tan pronto termines
la primera línea, mueve tus dedos en el sentido de las manecillas del reloj y
arranca la segunda. Y así sucesivamente, hasta cubrir todo el seno.
Por
último, palpa tu seno formando círculos como un reloj, arranca a las 12 en
punto, luego a la 1, las 2, las 3, y así sucesivamente. Cuando completes el
primer círculo alrededor de tu seno, acerca tus dedos un poco más a tu pezón y
repite el ejercicio, hasta que no quede ni una sola parte sin palpar (tocar).
Repite
estos ejercicios palpando tu seno izquierdo. Hazlos una vez al mes, pocos días
después de haber terminado tu período menstrual.
Hábitos
saludables
Paralelamente,
también puedes adoptar algunos hábitos saludables que pueden ayudarte a
prevenir el cáncer del seno
Procura
mantener un peso sano y haz ejercicio de manera regular.
Conoce
tus antecedentes familiares de cáncer del seno o de mama. Si tu madre, hermana
o hija lo tuvieron o lo tienen, consulta con tu médico sobre tu riesgo y cómo
disminuirlo.
Infórmate
sobre los riesgos y beneficios de la terapia de reemplazo hormonal.
Limita
el consumo de alcohol.
Pueden
parecer muchas cosas, todas juntas, pero no es tanto ni tan complicado.
Comienza cambiando tus hábitos poco a poco y no te olvides de hacerte los
controles necesarios. Combatir el cáncer del seno, también está en tus manos.
Ultima
revisión: 2019
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