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VIERNES 9 NOVIEMBRE 2018
DOCTORA ALIZA
POSTED IN CORAZÓN
Un estudio reciente ha encontrado que la mayoría
de los pacientes con enfermedad coronaria grave no ha sido capaz de cambiar de
hábitos para recuperarse. No seas parte de esta tendencia. Descubre qué puedes
hacer para mantener la buena salud del corazón ¡Tú puedes lograrlo!
¿Conoces ese refrán que dice que “el hombre -y la
mujer- es un animal de costumbres”? Pues tiene mucho de cierto. Hacer dieta,
dejar de fumar, comenzar una rutina de actividades físicas…son buenas ideas,
frecuentemente difíciles de adoptar. Piensa cuánto nos cuesta a veces cambiar
de hábitos, hasta cuando sabemos que se trata de cambios que pueden ayudarnos a
mejorar nuestra calidad de vida.
Inclusive cuando debemos hacerlo porque alguna enfermedad o condición de
salud nos amenaza, parece que hay ciertas conductas que son imposibles de
modificar.
Tanto es así, que un estudio desarrollado por
unos investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares
(CNIC), en España, ha encontrado que, en un año, la mayoría de los pacientes
diabéticos sometidos a distintos tratamientos para controlar su enfermedad del
corazón no fueron capaces de regular los cuatro factores de riesgo más
importantes: el colesterol elevado, la presión alta, el nivel de azúcar en la
sangre y el tabaquismo.
Para llegar a esos resultados, que fueron
publicados en el medio especializado Journal of the American College of
Cardiology, los científicos evaluaron los datos de más de cinco mil pacientes
diabéticos que tenían que seguir distintos tratamientos para controlar su
enfermedad coronaria, principalmente a través de medicamentos agresivos o de
cirugía.
¿Qué encontraron? Que apenas un 16 por ciento de
los pacientes consiguieron controlar los cuatro factores de riesgo, luego de un
año de haber sido tratados de su enfermedad. Como estos pacientes también
participaban en otros tres estudios de seguimiento, estaban mucho más
controlados que el resto de la población. Por eso los investigadores consideran
que posiblemente la adopción de conductas saludables sea aún menor en el resto
de los enfermos.
Esta cifra es muy preocupante ya que la
enfermedad coronaria es la causa principal de muerte entre los hombres y las
mujeres en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, en el año
2008, las personas con enfermedad coronaria superaron los 17 millones de
personas, ¡y esa cifra iba en aumento!
Lo bueno es que tú puedes hacer mucho para
prevenir la aparición de la enfermedad de las arterias del corazón, que se
produce por la acumulación de depósitos de grasa, colesterol, calcio y otras
sustancias que se convierten en una placa que se va acumulando en las paredes
de las arterias que nutren al corazón. Son las arterias por donde circula la
sangre, si se obstruyen (tapan) se desarrolla un ataque al corazón o un infarto
cardíaco. Esta acumulación se denomina ateroesclerosis, y si ya la tienes es
posible controlarla y eliminarla pero no por arte de magia.
¿Cómo? Siguiendo una rutina de ejercicios y una
dieta saludable, que incluya frutas, verduras, granos integrales, alimentos con
proteínas; limitando tu consumo de sal y las grasas en general, pero en
especial, las grasas saturadas y las grasas trans y seleccionando los alimentos
con grasas saludables (como las que contienen ácidos grasos omega 3). Además,
es probable que necesites tomar algunas medicinas, como te indique tu médico,
sobre todo al inicio del tratamiento.
La única advertencia que no debes pasar por alto
es que, cuando tienes una enfermedad coronaria, estos cambios deben ser
radicales y constantes, lo cual puede ser difícil pero no imposible. Piensa que
si hubo un 16 por ciento de pacientes que lo ha logrado en un estudio, pues eso
indica que todos tenemos la capacidad para hacerlo y tú también puedes ser uno
de ellos.
¡Anímate! No te dejes vencer por ni por la
pereza, ni la depresión. Cambiar de hábitos no tiene por qué ser tan complicado
como parece. Una buena idea es tomarlo como un desafío y un proceso de
descubrimiento, en el que lentamente y casi sin darte cuenta irás ganando
bienestar, salud y años de vida.
Y si no puedes hacerlo solo, que no te de pena y
no te esperes, pide apoyo y asesoramiento tanto profesional como de quienes te
rodean. El apoyo de tus familiares y de tus amigos puede ser de gran ayuda
cuando se trata de lograr tus objetivos y de mantener tu corazón sano.