30.11.17

DISTINGUIR ENTRE EL REFLUJO BILIAR Y EL REFLUJO ÁCIDO PUEDE SER DIFÍCIL

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JUEVES 30 NOVIEMBRE 2017


MAYO CLINIC

PUBLICADO EN DIGESTIÓN, VIDA SALUDABLE

¿Cuál es la diferencia entre el reflujo biliar y el reflujo ácido?

RESPUESTA del Dr. Jeffrey Alexander, Gastroenterología, Mayo Clinic de Rochester en Minnesota, Estados Unidos:
El reflujo biliar se refiere al líquido proveniente del intestino delgado que fluye hacia el estómago y esófago.  El reflujo ácido, en cambio, ocurre cuando el ácido estomacal refluye al esófago. Ambas afecciones normalmente están vinculadas y, a veces, puede ser difícil diferenciarlas.

La bilis es un jugo digestivo que se produce en el hígado. Su función principal es ayudar al organismo a digerir grasas y extraer ciertas toxinas.  La bilis fluye desde el hígado por el conducto biliar hasta la parte superior del intestino delgado (duodeno), ubicada justo debajo del estómago.

Normalmente, la bilis no puede ingresar al estómago debido a una válvula unidireccional que existe entre el estómago y el intestino delgado, llamada píloro, que se abre para permitir que la comida pase desde el fondo del estómago hacia el intestino. El píloro evita que los contenidos del intestino delgado, entre ellos la bilis, regresen al estómago.

Cuando el píloro se daña o no funciona correctamente, la bilis y otros jugos digestivos del intestino pueden entrar al estómago y ocasionar irritación e inflamación.

Entre la gente con alto riesgo para el reflujo biliar están quienes se sometieron en algún momento a una cirugía que involucraba al píloro o que afectaba los nervios estomacales que desempeñan un papel en el funcionamiento del píloro.

Existe otra válvula que separa al esófago del estómago y se llama esfínter esofágico inferior. En condiciones normales, esa válvula se abre sólo para permitir que los alimentos ingresen al estómago y luego se cierra herméticamente. Cuando la válvula se relaja anormalmente o se debilita, el ácido estomacal puede regresar al esófago y eso se conoce como reflujo ácido.

En los casos en que ni el píloro ni el esfínter esofágico inferior funcionan adecuadamente, la bilis y el ácido estomacal, junto con otros jugos digestivos del intestino delgado, pueden entrar al esófago desde el estómago. Esa afección se conoce como reflujo biliar, aunque los jugos que entran al esófago no contengan solamente bilis.

Los síntomas y señales del reflujo biliar y del ácido son similares, razón por la que es difícil distinguir entre ellos. El síntoma principal de ambos es la acidez frecuente, que consiste en una sensación de ardor en el pecho o garganta que se presenta acompañada por un sabor amargo en la boca. En algunos casos, el reflujo biliar también puede provocar dolor en la parte superior del abdomen como resultado de la irritación del estómago causada por la bilis.

El tratamiento de ambos tipos de reflujo normalmente empieza con un fármaco que bloquea el ácido y que, por lo general, pertenece a un tipo de medicamentos conocidos como inhibidores de la bomba de protones. Estos medicamentos disminuyen la producción de ácido estomacal, reduciendo así la cantidad de líquido irritante que fluye hacia el esófago. Eso disminuye significativamente el daño al esófago y, por lo general, reduce los síntomas del reflujo biliar y del ácido.
En muchas personas, un fármaco para bloquear el ácido es todo lo que se necesita para controlar eficazmente el reflujo biliar y ácido, pero hay que tomarlos con precaución.  Además, cuando los síntomas persisten pese al inhibidor de la bomba de protones, entonces lo recomendable sería la cirugía para crear una nueva válvula en la parte superior del estómago que evite el reflujo hacia el esófago.

Si usted tiene síntomas de reflujo, acuda al médico.  Si no se trata este problema, con el transcurso del tiempo, las consecuencia podría ser el sufrir daños graves en el esófago.  Además, el reflujo biliar prolongado puede ocasionar irritación estomacal (gastritis) que, en algunos casos, podría derivar en úlceras y sangrados.  Cuando se trata oportunamente el reflujo, por lo general, el riesgo de complicaciones graves disminuye bastante.

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