16.12.18

CALENTAR ALIMENTOS EN EL MICROONDAS, ¿ES SEGURO UTILIZARLO? ¿ES PELIGROSO?

NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"   
INFORMA
NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
LUNES 17 DICIEMBRE 2018


Existen algunos mitos en torno al microondas y sus efectos sobre la salud derivados, en parte, de una lectura errónea sobre los efectos de las radiaciones de estos electrodomésticos.

Los diez mitos más extendidos sobre los alimentos irradiados
Doce usos alternativos del microondas que seguramente desconoces

El microondas, descubierto por casualidad en los años cuarenta del siglo pasado por un investigador de una empresa de electrónica militar dedicada a fabricar radares, lleva décadas utilizándose en las cocinas. En aquel entonces se descubrió que el magnetrón, el aparato interno de los actuales microondas, era capaz de transmitir energía a las moléculas de una chocolatina que un experto llevaba en el bolsillo, calentándose.

Existen algunos mitos entorno al microondas y sus efectos sobre la salud, falsas creencias debidas, en parte, a una lectura errónea de los efectos de las radiaciones de estos electrodomésticos. El término microondas ha generado mucha controversia sobre la inocuidad de este electrodoméstico, y el desconocimiento sobre cómo funciona ha favorecido la aparición de confusiones sobre sus hipotéticos riesgos: que si las ondas son radioactivas, que los alimentos se vuelven cancerígenos, etc.

Cómo funciona un microondas

Los hornos microondas se usan para calentar o descongelar la comida. Estos electrodomésticos, que cocinan los alimentos en mucho menos tiempo que un horno convencional, usan un tipo de radiación electromagnética con una longitud de onda de centímetros, que excitan las moléculas polares que contienen los alimentos. Estos se calientan porque contienen agua, una molécula polar que vibra con facilidad.

Las ondas son similares a las que usa la radio o la tele, pero de frecuencia superior (unos 2,5 GHz). El agua de los alimentos absorbe la energía de estas ondas, que se transmite en forma de calor, a través del choque entre partículas, al resto de sustancias que contienen los alimentos. El empuje que dan las microondas es muy rápido, de centenas de veces por segundo, y las moléculas excitadas no son más que moléculas calientes.

El hecho de que el agua sea polar -tiene cargas positivas y negativas- significa que se calienta, y ello explica también que no todo se caliente en el microondas: si ponemos una bandeja de porexpan veremos que este no se calienta, y esto es así porque no es polar.

Por qué los microondas son seguros

Es importante diferenciar entre radiaciones ionizantes y radiaciones no ionizantes. Las primeras, que no son las que emiten los microondas, son radiaciones electromagnéticas que pueden romper enlaces químicos y dañar células. Proceden de materiales radioactivos, de los conocidos rayos X o radiación ultravioleta de alta frecuencia, y pueden ser nocivas.

Las radiaciones que emiten los microondas son no ionizantes, que no son peligrosas. Las ondas de los microondas, como se ha explicado, calientan, no ionizan. Tampoco destruyen nutrientes porque las ondas no rompen enlaces químicos de los alimentos ni dañan sus células, y porque la temperatura máxima que se consigue es de unos 100ºC, mucho menor que la de otros métodos como la plancha o la fritura. Por tanto, hay menos pérdida de vitaminas.

La naturaleza de las reacciones químicas que se producen es igual a la de los calentamientos convencionales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niveles de campos de radiofrecuencia a los que están expuestas las personas son mucho menores que los necesarios para producir un calentamiento significativo.

La organización asegura que no se han confirmado efectos adversos para la salud debidos a la exposición a largo plazo a campos de baja intensidad de frecuencia de radio o de frecuencia de red, aunque se continúan los estudios en este campo para determinar posibles riesgos.

Las 8 reglas de oro para usar el microondas

Utilizar el microondas para cocinar no conlleva riesgos, siempre que se use de forma adecuada y se haga un uso responsable, igual que ocurre con otros métodos de cocción, como los fogones o el horno. Si sabemos cómo utilizarlo, el microondas es tan seguro como cualquier otro electrodoméstico. Estas son las 8 reglas de oro para usar el microondas:

Utilizar siempre recipientes aptos para microondas. Los plásticos aptos para microondas tienen que indicar que lo son, mediante una leyenda o un símbolo.

No superar los tiempos de cocción que recomienda el fabricante porque podrían sobrecalentar los los alimentos.

Ajustar bien los tiempos de cocción para evitar la pérdida de nutrientes, textura y sabor. Si se sobrepasa el tiempo se pueden perder vitaminas y alterar algunos de sus componentes, como las proteínas.

Uno de los problemas de los microondas es que no penetran bien en las piezas más grandes, lo que provoca una cocción desigual del alimento y, por tanto, mayor riesgo si no se eliminan posibles microorganismos patógenos. Se pondrán piezas pequeñas y similares para una cocción homogénea.

Los alimentos más apropiados son los que tienen un alto contenido en agua, como pescado o verduras.

Es recomendable mezclar los alimentos a media cocción.

Las grasas necesitan más atención porque absorben más temperatura y más de prisa. No deben colocarse en el centro del plato giratorio para controlar mejor la cocción.

El tiempo de cocción aumenta con la cantidad de comida. Para el doble de alimentos, se calcula el doble de tiempo menos uno o dos minutos.