NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
INFORMA
NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
VIERNES 7 DICIEMBRE 2018
DOCTORA ALIZA
POSTED IN CÁNCER
Las personas que tienen un número excesivamente bajo de neutrófilos en la
sangre, un tipo de glóbulos blancos en la sangre que combaten a las bacterias
que invaden al organismo, tienen un riesgo mayor de desarrollar infecciones.
Los pacientes con cáncer, y particularmente los que reciben quimioterapia, son
muy propensos a que se les bajen los neutrófilos. Esta condición se conoce como
neutropenia. Afortunadamente existen medicamentos que ayudan a combatirla y
medidas que se pueden tomar para evitar las peligrosas infecciones.
No vivimos en un vacío. Dentro y fuera de nuestro organismo habitan
millones de microorganismos (virus, bacterias y hongos), que son invisibles a
simple vista, pero que conviven con nosotros. Algunos son inofensivos y hasta
beneficiosos, mientras que otros provocan enfermedades. Por suerte, nuestro
organismo dispone de un sistema de defensas, dispuesto a defenderlo del ataque
de los organismos que son peligrosos.
Parte de nuestro sistema de defensa son los glóbulos blancos o leucocitos
de la sangre, cuya función principal es precisamente proteger al cuerpo,
atacando a los virus y a las bacterias nocivas. Existe un tipo específico de
glóbulo blanco, llamado neutrófilo (que se le llama así porque no se tiñe con
colorantes ni ácidos ni básicos) es, por así decirlo, el defensor en la primera
fila. Los neutrófilos son los primeros en acudir en tu defensa cuando te
cortas, te rasguñas, o te quemas en un accidente.
Hay varios factores que pueden influir en que el número de neutrófilos se
reduzca y llegue a niveles muy bajos (neutropenia), pero ocurre con gran
frecuencia que las personas que reciben tratamiento para el cáncer (de hecho se
calcula que la mitad de las personas que reciben quimioterapia desarrollan
algún grado de neutropenia), y es uno de los efectos secundarios comunes de ciertos
tipos de cáncer como la leucemia.
Aquí te explico la razón. La quimioterapia implica el uso de medicamentos
para destruir a las células cancerosas, células que crecen rápidamente. Los
medicamentos que se utilizan en la quimioterapia no distinguen entre una célula
de crecimiento rápido sana o maligna, por lo que también destruyen a las
células de la médula ósea, de los folículos del cabello, y/o a las células de
la mucosa bucal o del intestino. Cuando la neutropenia es ocasionada por la
quimioterapia, se produce típicamente entre los 3 a 7 días después del
tratamiento y continúa por varios días antes de que los neutrófilos y otros
leucocitos vuelvan a sus niveles normales. El tipo de medicamento y la dosis
empleados en cada quimioterapia afecta no sólo la disminución del nivel de los
neutrófilos sino el tiempo en que tardarán en recuperarse.
Además de la quimioterapia, algunos tipos de cáncer pueden afectar
directamente a la médula ósea, como en la leucemia, el linfoma y el mieloma,
así como en ciertos tipos de metástasis (el cáncer que se han extendido a otras
partes del cuerpo), reduciendo los niveles de los neutrófilos. La terapia por
radiación también puede afectar a la médula ósea, especialmente cuando se
administra en varias áreas del cuerpo o en los huesos de la pelvis, las
piernas, el abdomen o el pecho.
La neutropenia no da síntomas. Los pacientes por lo general saben que la
tienen cuando se les hace un examen de sangre como parte de su evaluación entre
los tratamientos y antes de cada quimioterapia. Los niveles normales de los
glóbulos blancos totales en la sangre normalmente es de entre 4,500 y 10,000.
Aunque una cuenta de los glóbulos blancos totales por debajo de 4,500 se
considera por debajo de lo normal, típicamente no causa problemas. A esto se le
llama leucopenia. Los neutrófilos son un tipo de glóbulos blancos. La severidad
de la neutropenia se basa en la cuenta absoluta de neutrófilos (ANC por sus
siglas en inglés) que se mide en células por microlitro de sangre:
Se considera un riesgo mínimo de neutropenia a < = 1,000 ANC <
1,500
Se considera un riesgo moderado de neutropenia a < = 500 ANC <
1,000
Se considera un riesgo severo de neutropenia a ANC < 500
Entre más severa es la neutropenia, mayor es el riesgo de desarrollar una
infección.Si los niveles están muy bajos, el paciente tiene dos peligros:
Está más vulnerable a contagiarse y a infectarse
No puede mantener el ritmo de los tratamientos, ya que hay que esperar a
que los neutrófilos y otros conteos estén en niveles normales para que pueda
recibir el siguiente tratamiento de quimioterapia o radiación.
Para contrarrestar el peligro de infecciones y además mantener un ritmo
conveniente de terapias, el oncólogo podría indicar el uso de antibióticos como
medida preventiva y otros medicamentos que estimulen la producción de glóbulos
blancos en la médula ósea. Estos son el filgrastim (Neupogen) que actúa a corto
plazo, o el pegfilgrastim (Neulasta), cuya acción es más prolongada. Cualquiera
de estos medicamentos ayuda al cuerpo a producir más neutrófilos y otros tipos
de glóbulos blancos.
Pero es importante no dejarlo todo en mano de los médicos y las
medicinas. Los pacientes también pueden tomar varias medidas para protegerse de
una infección. Por ejemplo:
Lavarse las manos con frecuencia con bastante agua y jabón
Evitar estar en contacto con personas enfermas y procurar no visitar
sitios públicos muy concurridos
Lavar muy bien los alimentos y de preferencia consumirlos cocinados
(evitar, en lo posible, consumir verduras crudas, huevos crudos, quesos
fermentados o sushi)
Consumir de preferencia agua embotellada o filtrada y bebidas
pasteurizadas. Ten mucha precaución. Esto es importante.
Usar una máscara protectora si vas a estar en contacto con otras personas
Tener cuidado con el manejo de las mascotas, así como de sus alimentos y
sus desechos.
Pero aun cuando se tomen todo tipo de precauciones, es posible que se
desarrolle una infección. Hay que llamar al doctor de inmediato si se
experimentan los siguientes síntomas:
Fiebre, escalofríos, o sudores.
Náuseas y vómitos severos
Diarrea frecuente o con sangre
Dolor de cabeza intenso que no se mejora
Enrojecimiento o drenaje que provenga de una línea intravenosa que se
tenga en el cuerpo
Debilidad extrema
Erupción en la piel o ampollas que aparezcan de repente
Dificultad para respirar mientras uno se encuentra en reposo o sin hacer
tareas que impliquen mucho esfuerzo
Ardor al orinar
Parte del tratamiento del cáncer es observar y prestar mucha atención a
lo que ocurre después de casa sesión: cómo reacciona el cuerpo y cuáles
síntomas se van presentando. Si estás recibiendo tratamiento, ya sea de
quimioterapia o con radiación, debes estar muy atento(a) a tus cuentas
sanguíneas para saber cuándo podrías estar más vulnerable a desarrollar una
infección para que tengas más precauciones. Sigue disciplinadamente las
indicaciones de tu oncólogo y comunícate con él o ella en caso de que sientas
que algo no marcha bien. Y ya verás que muy pronto todo volverá a la
normalidad. ¡No te rindas!