NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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JUEVES 13 DICIEMBRE 2018
Después de los 50,
hacer ejercicio aeróbico beneficia la salud de tu cerebro. Así que si ya estás
en esa etapa de tu vida y quieres darle una ayuda a tu cerebro para que se
mantenga lúcido, asegúrate de incorporar el ejercicio aeróbico a tu rutina.
Hacer crucigramas,
jugar Sudoku, Scrabble o ajedrez, seleccionar lecturas que te estimulen
intelectualmente o aprender algo nuevo, son excelentes maneras de ejercitar tu
cerebro para que no se deteriore algunas de sus funciones como la memoria.
Pero más allá de estas
actividades que te hacen pensar, unos investigadores de la Universidad de
Texas, en Dallas, Estados Unidos, encontraron que las actividades aeróbicas
como correr y montar en bicicleta, también aportan un gran beneficio a la salud
del cerebro.
Además de mejorar el
estado físico, el ejercicio aeróbico aumenta el flujo de sangre a ciertas áreas
específicas del cerebro que están involucradas con las funciones cognitivas,
entre ellas, la memoria.
Para llegar a esta
conclusión los investigadores estudiaron a unos adultos sedentarios que tenían
entre 57 y 75 años. Los dividieron al azar en dos grupos. Un grupo que hizo
ejercicio y otro que no. Los del grupo de ejercicio hicieron sesiones
supervisadas en la cuales montaron bicicleta estática o corrieron en una cinta
durante una hora, tres veces a la semana.
Al cabo de doce
semanas, los investigadores evaluaron a los participantes y encontraron que el
flujo de sangre de quienes hicieron ejercicio se incrementó en un área del
cerebro llamada cingulada anterior, encargada de regular una gran variedad de
funciones emotivas y cognitivas y relacionada con la habilidad mental en la
vejez.
No cabe duda que este
estudio contribuye para confirmar que el ejercicio aeróbico proporciona muchos
beneficios relacionados con la memoria y demuestra que hacer ejercicio reduce
las consecuencias del deterioro cerebral que se asocia al envejecimiento.
Recuerda que además del
ejercicio, una buena forma de cuidar la salud de tu cerebro es alimentándote
sanamente. Los alimentos que contienen los ácidos grasos Omega 3 como el atún,
el salmón y otros pescados grasos; las nueces de árbol; el aceite de canola; el
aceite de linaza; la soya (soja); entre otros, también pueden contribuir a la
salud del cerebro.