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MARTES 7 MAYO 2019
Mujeres salud sexual
¿No
tienes deseo de tener relaciones sexuales con tu pareja pero no sabes por qué?
Tener el libido bajo le puede suceder a cualquiera y a veces se puede deber a
asuntos cotidianos como el cansancio, los hijos o los problemas de pareja. A
veces el problema es médico. En Vida y Salud te contamos cuáles son algunas de
las razones más comunes que “matan” tu pasión.
Cuando
no tienes deseo, no tienes deseo y no lo puedes forzar. Todos pasamos por ese
momento alguna vez en la vida y es uno de los trastornos sexuales más comunes
en los adultos actualmente. Así como tú, probablemente en tu trabajo, en el
restaurante o en el autobús, alguien también se está preguntando: ¿qué me está
pasando?
La
respuesta a esa pregunta no es que eres “anormal” o que tienes un problema sin
solución. En efecto, algo está afectando tu libido y para recuperarla puedes
empezar por tratar de encontrar la causa. La buena noticia es que, en muchos
casos, el bajo deseo sexual se debe a problemas de todos los días, relacionados
con las situaciones cotidianas de tu vida que son externas a ti. Una vez los
identifiques, se pueden solucionar fácilmente, aunque con paciencia.
Estos
son algunos de los “mata pasiones” más comunes…
Problemas
con tu pareja
Es
muy difícil tener deseo de tener relaciones íntimas cuando estás molesto con tu
pareja o no te sientes cómodo en la relación. Por ejemplo, para las mujeres la
parte emocional es definitiva en nuestro deseo sexual y por eso éste puede
desaparecer después de discutir o cuando no logramos entendernos con nuestra
pareja. Y para muchos hombres, la rutina puede ser el peor “mata pasiones”.
Priorizar el afecto, dialogar, arreglar las diferencias o hacer actividades
nuevas pueden reavivar la pasión. La terapia de pareja también puede ayudar.
En
otras ocasiones, hay quienes descubren que su bajo deseo sexual se debe a que
ya no se sienten atraídos por su pareja o porque les gusta alguien más. Y en
ese caso la sinceridad consigo mismos y con la otra persona puede ser la mejor
solución.
Cansancio
y falta de sueño
Si
llegas a la casa muy tarde en la noche después de trabajar todo el día, ¿quién
tiene ánimos para el sexo? Es muy común que tu cuerpo no se encienda tan
fácilmente debido al cansancio del trabajo o porque no estás durmiendo lo
suficiente.
El
dormir bien y limitar tu tiempo de trabajo (cuando puedas) son la mejor
solución.
Y si
los tiempos definitivamente están agitados, ¿quién dijo que el sexo es la única
manera de tener intimidad? Antes de dormir, pueden disfrutar del erotismo con
caricias o masajes relajantes, así le darás un descanso a tu cuerpo mientras
alimentas el deseo.
Estrés
y depresión
Algo
muy diferente sucede cuando no tienes deseo porque tu mente es la que está
agotada y no se siente bien. Y para que el deseo sexual aflore nuevamente,
necesitas primero estar bien contigo mismo.
Es
difícil disfrutar el sexo cuando tienes la mente puesta en otros problemas. Eso
es estrés. Para reducirlo, prueba algunas actividades relajantes como el
ejercicio, la meditación, leer un libro, pedir vacaciones o una tarde libre.
Si
tus preocupaciones o la tristeza te están agobiando, tampoco vas a sentir tanto
deseo como antes. Cuéntale a tu pareja lo que te está pasando para aliviar tus
emociones. O busca la asesoría de un psicólogo o un consejero espiritual, ellos
también pueden darte una mano. Y si lo que tienes se debe a una tristeza más
profunda (depresión), es probable que debas ver a un especialista (psicólogo o
psiquiatra) para que te ayuden a superarla.
Causas
físicas de la falta de deseo
Si
crees que tu bajo deseo sexual definitivamente no se debe a problemas externos
a ti o a tu salud emocional, tal vez la causa esté en tu cuerpo.
Algunas
veces el deseo sexual se puede reducir cuando tienes problemas con tu vida
sexual en general. Por ejemplo, si eres una mujer que no puede lograr un
orgasmo o que sufre de dolor al tener relaciones sexuales, probablemente dejes
de sentir deseos por algo que no estás disfrutando tanto. Y si eres un hombre
que sufre impotencia (o disfunción sexual) o trastornos en su eyaculación,
éstos pueden “matar” tu pasión de antemano pues no quieres frustrarte o dejar a
tu pareja insatisfecha.
Otras
personas también pueden carecer de deseo sexual cuando han sufrido situaciones
traumáticas como el abuso sexual infantil o una violación cuando adultos. No es
para menos, pero puede tener solución. Para recuperar la confianza en las
relaciones sexuales, pueden sanar estos traumas mediante terapia especializada.
También
puede ser que tu bajo deseo sexual se deba a que estás pasando por etapas de
cambios hormonales, como la menopausia en el caso de las mujeres, o disminución
en la producción de testosterona en el caso de los hombres. O también puede ser
que se deba a que estás tomando ciertos medicamentos.
En
estos casos, lo mejor es ver a un médico para que te ayude a encontrar la causa
de tu problema y su solución. Muchas personas lo hacen, así que no temas
consultar a un especialista por estos temas. El tener una vida sexual
satisfactoria es importante para tu bienestar y tu vida, y merece toda tu
atención.
Imagen
© Shutterstock / Antonio Guillem