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LUNES 15 JULIO 2019
La Asociación Americana de Psiquiatría recientemente
reconoció oficialmente el llamado “trastorno por atracón” como una enfermedad
mental en la que se come sin control, y que trae un aumento de peso excesivo
con todas sus consecuencias para la salud. Pero ahora, al parecer, los
atracones frecuentes tienen otro resultado negativo: aumentan el peligro de
desarrollar diabetes tipo 2 en las mujeres, independientemente del peso
corporal que tengan.
El trastorno por atracón se caracteriza por comer de una
vez cantidades excesivas de comida, hasta ir más allá del punto de saciedad
(que sería la sensación que se produce cuando se satisface el hambre). En este
caso, la persona afectada no se induce el vómito ni toma laxantes para eliminar
el exceso de comida, como ocurre con otros desórdenes alimenticios como la
bulimia. Este desorden, por lo general, es más frecuente en las mujeres que en
los hombres.
Pero aparte de los problemas ya conocidos que puede traer
comer compulsivamente, como el colesterol alto (si se tiene la predisposición),
la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, hay una consecuencia
adicional.
Unos investigadores del Boston Children Hospital, Estados
Unidos reportaron en la Semana de la Obesidad celebrada del 11 al 16 de
noviembre en Atlanta, Georgia, los resultados de un estudio realizado en más de
4,300 chicas jóvenes. Las participantes se daban frecuentes atracones (sin usar
laxantes ni vomitar después de una comida abundante), y se halló que el riesgo
de desarrollar diabetes tipo 2 era casi cuatro veces mayor, aun después de
controlar el índice de masa corporal (IMC).
En los atracones, aparte de ingerir grandes cantidades de
comida, suelen haber una gran proporción de alimentos procesados y
carbohidratos, sobre todo azúcar. Eso provoca una fuerte respuesta de
liberación de insulina que podría agotar a las células beta, lo que a su vez
podría elevar el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina. Aunque existe
un vínculo entre los atracones con la diabetes tipo 2, la relación exacta no ha
sido estudiada todavía.
El estudio tuvo en cuenta otra investigación, Growing Up
Today Study (GUTS), realizada en los hijos de mujeres del Nurses’ Health Study,
en la que se habían recopilado datos sobre desórdenes alimentarios de los
participantes de 1996 a 1999. El estudio hizo un seguimiento hasta 2010 para
evaluar el desarrollo de la diabetes tipo 2.
El estudio incluyó 4,323 pacientes del sexo femenino, con
una edad promedio de 15 años y un IMC promedio de 20.93. Sólo alrededor del
13% de las chicas estaban pasadas de
peso, y sólo 4% eran realmente obesas. Durante el período de seguimiento, se
desarrollaron 49 casos de diabetes.
En general, la frecuencia de comer compulsivamente era
baja. Sólo 1.77% de las chicas se daban
atracones semanalmente, 1.36% se diagnosticaron con trastorno por atracón, y 4%
tenían características de un trastorno por atracón muy leve.
Los investigadores encontraron que las chicas que se daban
atracones frecuentes tenían muchas más probabilidades de desarrollar diabetes
tipo 2 durante el período de seguimiento, incluso después de controlar el IMC.
La relación entre los atracones y la diabetes se afirmó cuando se consideró
además los antecedentes de diabetes tipo 2 de las madres de las participantes.
En análisis posteriores, la relación entre comer
compulsivamente y diabetes fue más fuerte entre las chicas que padecían de un
trastorno por atracón severo, y cuando además sus madres tenían antecedentes de
diabetes tipo 2. No se encontró relación entre atracones poco frecuentes y el
desarrollo de la diabetes.
La conclusión del estudio es que las chicas que se dan
atracones frecuentes tienen un riesgo elevado de desarrollar diabetes,
cualquiera que sea su peso. Si tu hija adolescente come compulsivamente, debe
seguir un tratamiento médico para controlar el problema. Y si eres tú quien lo
hace, por favor, busca ayuda Necesitas
hacerlo para cuidar tu salud y en particular reducir el riesgo de desarrollar
diabetes tipo 2.
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