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MIERCOLES 6 MARZO 2019
SALUD
BUCAL
Hay
ocasiones en las que no queda otro remedio que extraer un diente (caries muy
avanzadas, enfermedad periodontal, infecciones, piezas que no han brotado del
todo o no se encuentran la posición
correcta). Ya sea una cirugía sencilla o
más complicada como la extracción de una muela impactada, hay cuidados
específicos que debes seguir antes y después de la extracción para que la
herida sane lo antes posible y evitar infecciones y complicaciones
innecesarias. ¿Sabes cuáles son?
Ya
tienes cita con el cirujano dental para extraerte los cordales (las muelas del
juicio)… O quizás se trata del diente que no le ha acabado de brotar a tu hija
y le causa demasiada presión sobre otra de sus piezas dentales y hay que
sacarlo. Cualquiera que sea el caso hay instrucciones específicas que debes seguir
para que la cirugía dental sea un éxito y no surjan infecciones en la herida o
complicaciones. A continuación te damos recomendaciones generales, desde luego
que debes seguir las que te dé tu odontólogo o cirujano dental.
Los
preparativos y los cuidados comienzan antes de la cirugía
En el
caso de los adultos, cero alcohol: evita las bebidas alcohólicas dos días antes
del procedimiento y también después de la operación, o mientras dure el
tratamiento con los antibióticos, si el odontólogo (el dentista) te los
prescribe.
Evita
además comidas muy pesadas la noche previa y trata de dormir lo suficiente para
que amanezcas descansada(o).
Si el
procedimiento requiere gran cantidad de anestesia y/o sedación (como en el caso
de la extracción de los cordales), no puedes conducir. Haz los arreglos
necesarios para que otra persona te lleve y te traiga de la consulta del
dentista.
El
cirujano puede indicar que tomes antibióticos antes del procedimiento para
evitar que los gérmenes de la boca pasen al torrente sanguíneo durante la
cirugía. Esto por lo general se hace si el paciente tiene alguna condición que
le dificulte combatir las infecciones como por ejemplo: válvulas del corazón
artificiales o dañadas, defectos cardíacos congénitos, diabetes, sistema
inmunológico (de defensa) debilitado, el paciente toma medicamento esteroides
(como parte del tratamiento del asma o la enfermedad de Crohn, por ejemplo), o
ha sufrido anteriormente una endocarditis bacteriana (infección de la membrana
que recubre el corazón).
Si
estás tomando algún medicamento recetado, especialmente si es un anticoagulante
(como el Coumadin o Warfarina), comunícaselo al cirujano ya que esto puede
interferir con la coagulación y la cicatrización. Es posible que también debas dejar de tomar
temporalmente medicamentos analgésicos
(para el dolor) de venta libre que pueden afectar el proceso de coagulación de
la sangre. Los suplementos como el ginko
biloba y el ginseng también pueden aumentar el sangrado y es mejor dejar de
tomarlos antes de la cirugía.
Lo
que debes hacer después de la extracción
La
prioridad es controlar el sangrado. Para ello:
Muerde
pedazos de gasa colocados sobre la encía durante por lo menos media hora. Ten
presente que es normal que siga saliendo algo de sangre durante varias horas.
El sangrado debe irse reduciendo poco a poco. Si no se contiene o aumenta la
cantidad, llama al médico.
No
escupas ni bebas líquido con un popote (paja, pajita, sorbete, pitillo) para no
provocar más sangrado.
Evita
tocarte la herida con la lengua para que no se irrite más la encía. Mantén la
cabeza elevada, apoyada con almohadas, o quédate sentado(a) hasta que se
controle el sangrado. Es mejor que no fumes, pero si vas a fumar, debes esperar
24 horas después de la operación.
Para
limpiar la boca:
No te
enjuagues la boca ni te laves los dientes hasta que hayan pasado unas 12 horas
del procedimiento. Al cabo de ese tiempo, lávate los dientes suavemente y
enjuaga la boca con agua tibia con sal cada 2 o 3 horas.
Cepilla
los dientes suavemente, evitando tocar la encía afectada.
Atención
al descanso y a la dieta:
Trata
de dormir al menos 8 horas en la noche y evita las actividades intensas hasta
que hayan pasado 24 horas de la extracción. El descanso es vital para la
recuperación.
Consume
una dieta suave (sopas, yogur o jugos (zumos) de fruta, por ejemplo) y trata de
beber la mayor cantidad de líquido que puedas durante las primeras 24 horas
después de la operación.
Evita
los alimentos demasiado calientes y no bebas con un popote (paja, pajita,
sorbete, pitillo) para evitar sangrado.
Para
aliviar el dolor y las molestias:
Comienza
a tomar los analgésicos antes de que se acaben los efectos de la anestesia.
Toma
los analgésicos indicados por el odontólogo con alimentos y agua para evitar
náuseas.
Aunque
tomes analgésicos sin receta, no te excedas en la dosis. Sigue las instrucciones del envase y las del
médico.
Es
normal que se produzca inflamación y que dure hasta por 4 a 6 días. Para
reducirla, aplica hielo sobre el área durante las primeras 24 horas después de
la extracción, pero no más de 20 minutos a la vez. Si el doctor te ha recetado
antiinflamatorios, tómalos de acuerdo a las instrucciones del odontólogo o el
farmacéutico.
¿Te
pusieron puntos?
Los
que se disuelven solos desaparecen al cabo de poco más de una semana.
Si
son los puntos convencionales, debes volver al dentista al cabo de una semana
(o cuando te indique tu odontólogo) para quitar los puntos.
Llama
al odontólogo si notas fiebre, si la inflamación aumenta al tercer día después
de la operación, si el sangrado no se contiene o si el dolor es tan intenso que
no lo calman los analgésicos (las medicinas para el dolor) que te indicó.
Con
unas cuantas precauciones, las molestias de la extracción irán desapareciendo
poco a poco y en unos días ya podrás reanudar tu vida habitual. Buena suerte
¡Qué todo te vaya bien con la cirugía!
Imagen
© Pixabay / rgerber