NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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MIÉRCOLES 17 JULIO 2019
Cada vez es más común que las
mujeres se estrenen como madres entre los 30 y los 40 años. Antes, esto podía
ser poco común, pues casi todas empezaban a tener hijos en la década de los
veinte. Pero la vida ha cambiado y hay varios factores que influyen en la
maternidad a una edad más madura. Si quieres saber cómo la edad afecta el
embarazo, no dejes de leer.
Alicia celebró su cumpleaños número
40 con un regalito muy especial: su hija de un mes de nacida. Ella misma
confiesa que ni en sus sueños más locos se imaginó que iba a cumplir 40 años
estrenándose como mamá. Pero para ella, una periodista consagrada, la
maternidad era algo que venía posponiendo por motivos laborales y emocionales:
quiso lograr mucho en su carrera y además, se tardó en encontrar al amor de su
vida.
Actualmente, el caso de Alicia no
es raro. Muchas mujeres han optado por ser madres entre los 30 y los 40 años.
Algunas lo han elegido, otras en cambio, han sido víctimas de las
circunstancias. Sucede que la tasa de divorcios es más alta, y aunque algunas
mujeres se hayan casado a los veinte años, para cuando tienen treinta y tantos,
ya se han divorciado y están listas para otra relación seria que las lleve a
ser madres.
Es entonces cuando surge la
pregunta ¿puedo ser mamá después de los 35? Médicamente este número es un
indicador del riesgo y las probabilidades de quedar embarazada. Sin embargo, no
es un obstáculo para ser madre.
¿Qué pasa después de los 35? Si
bien es posible quedar embarazada, tu cuerpo ya no es el mismo.
A partir de los 30 años tu
fertilidad disminuye, pues tus óvulos disminuyen en cantidad y son de menor
calidad. Esto sumado a que los cambios hormonales afectan la frecuencia de la
ovulación y hacen que tardes más tiempo en quedar embarazada.
A medida que pasan los años se hace
mayor la posibilidad de tener complicaciones durante el embarazo. Por ejemplo:
diabetes gestacional, presión alta, etc.
Con la edad, también aumentan los
riesgos de que el bebé tenga defectos de nacimiento o malformaciones
congénitas.
Además, las posibilidades de que
necesites cesárea aumentan.
También aumenta el riesgo de aborto
debido a anormalidades o anomalías cromosómicas (de los cromosomas).
Los controles prenatales son más
estrictos y puede que te sometan a exámenes para detectar posibles problemas o
anormalidades.
Pero aunque esto pueda desanimarte,
¡no lo hagas! La verdad es que la fertilidad real de cada mujer depende mucho
de su estado de salud en general. Así que tener 35 no significa nada si llevas
un estilo de vida saludable. Por eso, me parece importante resaltar que la
mayoría de los bebés nacen sanos a pesar de la edad de la madre y exceptuando
las anomalías cromosómicas, muchos estudios indican que los riesgos de los
defectos de nacimiento en los bebés de las madres maduras no son mayores que
los de los bebés de las mamás jóvenes.
Ser madre después de los 35 años
también tiene sus ventajas, pues se ha demostrado que las mujeres de esta edad
son mucho más conscientes de tener un estilo de vida saludable y están en
sintonía con su cuerpo. Es decir, se alimentan mejor y saben que la actividad
física es indispensable para tener una vida sana. Además, hay estudios que señalan que las
mujeres mayores de 35 toleran mejor los síntomas molestos del embarazo y se
sienten más seguras a la hora del parto. Esto sin contar que para ese momento
de sus vidas, muchas mujeres entre los 30 y los 40 años ya saben lo que
quieren, han logrado muchas metas y están listas para dedicarse enteramente a
la aventura de ser madres.
Así que si tienes más de 35 y
quieres tener un bebé, ¡adelante! Consulta con tu médico y nunca faltes a los
controles prenatales.
Imágen © Pixabay