NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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JUEVES 13 JUNIO 2019
DIETA
Y NUTRICIÓN
Francamente
no sabes qué te disgusta más: si el sobrepeso o tener que hacer dieta. Como
pasar hambre y privarte de lo que te gusta no te atrae ni un poquito lo sigues
dejando para mañana. Pues ya no tienes que esperar ni un minuto más porque
basta que introduzcas pequeños cambios en tus hábitos alimenticios y en tu
estilo de vida para perder peso poco a poco. Aquí tienes 10 consejos para que
recuperes la forma y el peso ideal sin mucho sacrificio.
Si
las dietas estrictas y de pocas calorías no son para ti, ni tampoco tienes
tiempo ni ganas para largas sesiones de ejercicios, todavía te quedan opciones:
realizar pequeños cambios en tu alimentación para perder peso, de forma más
modesta pero más segura a largo plazo. Para ayudarte en el proceso, te
proponemos las siguientes sugerencias:
1. ¿Qué tal se te da la suma?
La
mayoría de las dietas restan alimentos. Pero ahora tú vas a sumar, pero no
cualquier cosa, sino alimentos que te ayuden a lograr tu objetivo – perder
peso. Añade a tu cena de hoy los dos vegetales o verduras que más te gusten
(espinaca, calabacines, zanahorias, coliflor) a tu porción de proteína (una
pechuga de pollo, o carne, por ejemplo). Como los vegetales contienen fibra te
sentirás más satisfecha(o) con menos calorías. Evita aderezos ricos en cremas.
En su lugar, aderézalos con un chorrito de limón, o una vinagreta ligera.
Continúa añadiendo alimentos saludables a tus menús (más vegetales frescos, más
fruta natural, más arroz integral). En este otro artículo de Vida y Salud
aprenderás que es posible bajar de peso comiendo más.
2. Solamente una vez
No te
prives de los alimentos que te gustan, pero con moderación. Para perder peso, sírvete una porción y no
repitas, especialmente si es un plato de alto contenido calórico. Tampoco
tienes por qué renunciar por ejemplo a ese postre delicioso que prepara tu
abuela, pero confórmate con un par de cucharaditas.
3. Sustituye los ingredientes por algo más
ligero
¿Te
encanta la pasta? Sírvela con salsa de tomate en lugar de la salsa Alfredo, que
es más alta en calorías. Acompaña las hamburguesas con ruedas de tomate y hojas
de lechuga en lugar de queso derretido. O sirve una papa asada con crema agria
sin grasa (o yogurt desgrasado) y baja en calorías en lugar de mantequilla,
arroz salvaje (silvestre) en lugar de arroz blanco, o un coctel de frutas
naturales en lugar de las enlatadas que vienen en jarabe. ¿Ves la diferencia?
Si aprendes a sustituir los ingredientes de forma inteligente, podrás seguir
comiendo los platillos de siempre, pero más ligeros y no sentirás que te estás
sacrificando. Una buena estrategia para perder peso. En este otro artículo de
Vida y Salud te damos técnicas para cocinar con menos grasa.
4. No te saltes comidas
Cuando
comes frecuentemente (en pequeñas cantidades, se entiende), el metabolismo se
acelera y se queman muchas más calorías que si pasas horas y horas sin ingerir
alimento (lo único que se logra con esta práctica es frenar el metabolismo,
exactamente lo opuesto de lo que te conviene, que es “quemar” los depósitos de
grasa de reserva). Además de tu desayuno, el almuerzo y la cena, planea dos
meriendas ligeras (que pueden ser un puñado de nueces, un ramito de uvas, un
yogur bajo en calorías o una barrita de energía de 90 o 100 calorías). Planifica el horario de la cena para que no
te acuestes sin hacer la digestión. Si tienes hambre antes de acostarte,
olvídate del helado o cualquier alimento azucarado. En su lugar, come una
rebanada de pavo magro o un puñado de frutos secos. Para perder peso, planea
tus menús considerando la densidad energética de los ingredientes y de esa
forma puedes limitar los que tengan más calorías.
5. Dile adiós a la sobremesa
Mientras
más tiempo permanezcas en la mesa, más tendencia tendrás a seguir comiendo,
aunque no tengas hambre. Dedica a cada
comida media hora. Es suficiente tiempo para que te sirvas y disfrutes tus
alimentos, masticándolos lo más despacio que puedas. Así te sentirás saciada(o)
con menos. En cuanto termines, levántate y sal de la cocina o del comedor. Una
retirada a tiempo te permitirá irle ganando la batalla al sobrepeso.
6. Para perder peso, reduce el azúcar
La
consumimos no solamente en los postres, sino en grandes cantidades en las
bebidas, como el té o el café. Si no puedes prescindir del azúcar, usa
solamente la mitad de la cantidad que les añades habitualmente. Prueba eliminar
las bebidas azucaradas como los jugos (zumos) de fruta y sobre todo, las sodas
(los refrescos). No elimines tu vaso de jugo de naranja en el desayuno, pero
sustituye el resto de las bebidas durante el día por el agua que aporta cero
calorías.
7. Limita el consumo de alcohol
Si
quieres perder peso, el alcohol no es tu aliado: El alcohol contiene más
calorías por gramo que los carbohidratos y las proteínas, así que usa tu fuerza
de voluntad para limitarte a una copa de vino u otro tipo de trago.
8. Usa platos, o vasos, más pequeños para
servirte
Tus
platos y vasos también pueden perder peso. Un plato o vaso más chico se verá
lleno con menos cantidad de alimentos. Así consumes menos calorías y
visualmente no notarás la diferencia. Sigue aplicando el consejo de servirte
sólo una vez para lograr un efecto multiplicador.
9. Ojos que no ven
Si no
traes a casa los alimentos que no te convienen (dulces, galletitas, chips,
sodas, tú sabes exactamente cuál es tu
debilidad), no podrás ni comerlos ni inventarás excusas para consumirlos. Ve al
supermercado con una lista específica y no compres por impulso.
10. Aunque no vayas al gimnasio, realiza algún
tipo de ejercicio
Para
perder peso, tienes que incrementar tu actividad física. Caminar alrededor de
la cuadra, nadar en la piscina o alberca, montar en bicicleta, jugar un partido
de tenis, son algunos ejemplos de las actividades que te ayudan a perder peso y
mantenerte en forma sin poner un pie en el gimnasio. Mientras más te motiven y
agraden, mejor.
Día a
día y poco a poco verás como la ropa te va quedando más ligera y suelta y es
que has empezado a bajar todo ese peso que tienes de sobra, sin mucho esfuerzo
y sin mencionar la palabra dieta. ¿Cuándo te animas a empezar? No lo pienses
dos veces: al perder peso te verás mejor y estarás dando un gran paso de avance
en el cuidado de tu salud.
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