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MIERCOLES 7 DICIEMBRE 2016
DOCTORA
ALIZA
POSTED
IN MUJERES
Cuando
estás en “esos días” y el cólico te tiene molesta, sensible y desanimada, los
remedios caseros podrían ser tu solución para aliviar el dolor. Y es que no
sólo son bastante efectivos, sino que además vienen llenos de mucho amor. Pon
en práctica estos remedios caseros para los cólicos menstruales y mímate.
A los
períodos menstruales dolorosos también se les conoce como dismenorrea, el
término médico mediante el cual se conocen los malestares que vienen con la
menstruación. Y decimos “los malestares” pues los cólicos menstruales no es lo
único que sienten algunas mujeres cuando les llega su periodo.
Sin
embargo, en este artículo vamos a hablar exclusivamente de los cólicos
menstruales, también conocidos como dismenorrea primaria, pues son el malestar
más común en las mujeres, especialmente al inicio y puede disminuir al pasar
los años.
¿Por
qué se producen los cólicos menstruales? Cuando llega tu período menstrual, el
cuerpo libera una sustancia química llamada prostaglandina, que se encarga de
hacer que los músculos del útero se contraigan para poder expulsar de tu cuerpo
el tejido que se forma cada mes para recibir a un óvulo o huevo para que se
implante. Cuando el útero se contrae fuertemente, puede oprimir las vasos
sanguíneos disminuyendo la administración de oxígeno al músculo de la matriz
brevemente, eso causa los dolorosos cólicos menstruales. Al desechar el tejido,
sangras.
No
hay mucho que puedas hacer para evitar estos dolores, pues son naturales del
sistema reproductivo. Aunque sí puedes hacer mucho para aliviarlos, y así poder
seguir tu vida con tranquilidad en “esos días” del mes.
Caliéntate.
El calor te ayuda a relajar los músculos y así aliviar el dolor. Busca la bolsa
de agua caliente, o ponte compresas calientes.
Bebidas
calientes. Probablemente tu propio cuerpo te dijo ya que no tiene ganas de
tomar una limonada helada. Al contrario, lo que más necesitas es calentarte
también por dentro y con algo suave. Una sopa caliente preparada en casa puede
ayudarte. O también puedes tomar un té de hierbas o de canela, que además te
ayudarán a relajarte físicamente y a suavizar las emociones.
Come
ligero. Trata de llevar una alimentación saludable con granos integrales,
frutas y verduras, pero limita la sal, la cafeína, las bebidas alcohólicas y el
azúcar.
Relájate.
Considera la meditación o un masaje.
Sacude
el cuerpo y las energías. Aunque no lo creas, el estar activa y hacer ejercicio
te puede ayudar a aliviar el dolor de los cólicos. Intenta ir a caminar o hacer
tu rutina diaria de ejercicio (aunque sea con menor intensidad). Y si no tienes
ánimos para tanto, prueba hacer algunos ejercicios caseros de estiramiento o
yoga. Verás que, sin darte cuenta, el dolor se pasará y te sentirás mucho
mejor.
Vacía
tu vejiga. Cuando llega tu período, vas más al baño que en otros días. Es una
costumbre sana que debes mantener. Tan pronto tengas ganas de orinar no te
esperes, ve al baño, pues el vaciar tu vejiga te puede ayudar.
Medicamentos.
Si el dolor persiste, puedes darte una ayuda extra con algunos medicamentos de
venta libre para el dolor como: Acetaminofén (Tylenol, Panadol), Aspirina,
Ibuprofeno (Advil, Motrin) y Naproxeno (Aleve, Naprosyn). Tómalas como se
indica en las instrucciones y no las mezcles.
Desde
luego que si tu cólico o dolor es más fuerte, no se puede aliviar con ninguno
de estos remedios caseros ni con los medicamentos de venta libre, si tienes
náuseas y o vómito, o te está afectando en tu vida diaria, consulta con tu
médico. Podrías necesitar algo más fuerte o un tratamiento médico para
dismenorrea secundaria. La dismenorrea secundaria es el dolor menstrual causado
por un trastorno en los órganos reproductivos de la mujer que puede deberse ,
entre otros a: endometriosis, fibromas uterinos, enfermedad inflamatoria
pélvica o adenomiosis. Generalmente se inicia al principio del ciclo menstrual y
dura más que los cólicos menstruales comunes. El dolor habitualmente no se
acompaña ni de náusea, ni de vómito, ni de cansancio, ni de diarrea.
Pero
empieza por los remedios caseros, quizá estos podrían ser tu solución. Además,
en esos días tienes un permiso oficial para mimarte, ¡aprovéchalo!
Actualización
de un artículo originalmente publicado en el 2009.
Imagen
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