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JUEVES 11 OCTUBRE 2018
PUBLICADO
POR: DOCTORA ALIZA
El
acné es la pesadilla de la mayoría de los adolescentes, pero puede afectar
incluso a los adultos. Y tampoco se
conforma con brotar en el rostro. Puede
presentarse en otras áreas del cuerpo, como el pecho, la espalda, los hombros y
los glúteos. Este acné corporal, al igual que el del rostro, repercute
negativamente en la autoestima, pero no hay que sufrirlo en silencio ya que
tiene tratamiento y alivio. Sigue estos consejos para mantenerlo a raya.
Si
tienes granitos y marcas en los hombros y en la espalda, y por eso ni se te
ocurre ir a la playa o a la alberca (piscina). Y ni hablar de un vestido
escotado. O te preguntas: “¿Por qué me sucede esto a mí?”. No estás sola (o). No se conoce exactamente
la causa del acné corporal, aunque se piensa que tiene un componente genético:
si alguien en tu familia lo tuvo o lo tiene, las probabilidades de que lo
tengas tú aumentan mucho más.
Lo
que sí se sabe es por qué se produce. De las condiciones que afectan la piel,
el acné es la más común y ocurre cuando los folículos de la piel se ocluyen
(tapan) con sebo y las células muertas de la piel, forman granos y espinillas.
Ciertos
factores pueden estimular la actividad de las glándulas sebáceas (las que
producen el aceite o sebo que lubrica nuestra piel), lo que a su vez
desencadena o empeora los casos de acné:
El
aumento de la actividad hormonal (como sucede durante la adolescencia), o
fluctuaciones hormonales ya sea durante el embarazo o cuando se toman
anticonceptivos orales.
El
uso de algunos medicamentos, como los de tipo esteroide (corticosteroide), o
los que contienen andrógenos o litio.
Una
dieta con alto contenido en productos lácteos o carbohidratos (alimentos en
general con un alto índice glucémico) puede estimular o empeorar el acné.
Además
se sabe, que a pesar de lo que muchos creen, ni los alimentos grasosos ni el
chocolate influyen en el acné. Tampoco la suciedad. Por el contrario, la
limpieza excesiva de la piel o con productos demasiado fuertes, puede no
solamente irritar la piel, sino empeorar los brotes de acné.
Muchas
de las personas afectadas por el acné facial también tienen acné corporal, pero
es posible que éste último se presente por sí solo. Puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo,
con la excepción de las palmas de las manos y las plantas de los pies (ya que
carecen de folículos sebáceos), y es más común que brote en el pecho, la
espalda, los hombros y los glúteos. Como
la piel del cuerpo es más gruesa y tiene poros más grandes, los brotes de acné
son, por lo general, son más pronunciados y severos.
El
acné corporal puede tratarse y controlarse de forma efectiva, pero no se puede
garantizar una cura completa y definitiva. El tratamiento depende de muchos
factores: la edad, el sexo, la severidad de los brotes de acné y el tiempo que
se haya padecido. Pero existen varias
opciones para el tratamiento:
Los
casos de leves a moderados de acné corporal pueden combatirse a base de
lociones o cremas de venta libre que contengan como elemento activo peróxido de
benzoilo, azufre, resorcinol o ácido sulfúrico, acompañadas por un antibiótico
tópico (aplicado en la piel). El
objetivo de estos medicamentos es reducir la inflamación, el enrojecimiento y
la posible infección con bacterias (que provocan pus). Sigue las instrucciones
del envase y evita usar ácido sulfúrico y peróxido de benzoilo a la vez. Se
constante y comenzarás a ver mejoría, aunque no de forma inmediata. Es posible
que ocurra alguna reacción, como irritación la piel, resequedad y descamación
de la piel.
Si tu
caso de acné corporal es más severo, lo mejor es que el tratamiento lo indique
y supervise un dermatólogo. Él o ella te
recetará lociones o cremas más potentes y/o antibióticos orales, tratamientos a
base de rayo láser o terapia de luz, “peelings” y otros procedimientos para
eliminar los quistes muy profundos y evitar las marcas y las cicatrices.
Además
del tratamiento que te indique el dermatólogo(a), hay varias medidas que puedes
tomar para mejorar tu caso de acné corporal.
Entre ellas se encuentran:
La
fricción empeora el acné. Evita usar
ropa muy apretada o llevar mochilas a la espalda para reducir presión y el roce
sobre los hombros y la espalda.
Usar
ropa holgada, de preferencia de algodón, que absorba la humedad del cuerpo y te
mantenga fresco(a). Los brotes de acné
corporal se empeoran con el uso de ropa sudada o húmeda.
Cuando
te bañes o tomes una ducha, evita usar jabones o geles muy fuertes o abrasivos.
Usa un jabón o gel antibacteriano, uno indicado para pieles delicadas o
productos específicamente para los casos de acné.
La
eliminación de las células muertas también te ayuda. Usa productos para exfoliar delicadamente la
piel (evita frotar las lesiones o granitos que se hayan inflamado
recientemente).
Después
del baño, aplica la loción o crema para el acné ya sea recetado o de venta
libre.
Evita
tocar, apretar o exprimir los granitos para no irritar más la piel y minimizar
la aparición de marcas y cicatrices.
Aunque
el estrés no produce acné, si ya lo tienes, lo empeora. Por lo tanto, contrarresta las situaciones
que te provoquen estrés con un buen descanso, con ejercicio o con un pasatiempo
relajante.
Lleva
una dieta rica en frutas y vegetales, evitando los alimentos con
concentraciones altas de carbohidratos, por ejemplo, los productos refinados
(azúcar, pan, arroz blanco) tienen un índice glicémico elevado y no te
convienen.
Mantén
tu ropa de cama y tu ropa interior bien limpia y fresca.
Si
eres mujer y tienes el cabello largo, llévalo recogido lo más que puedas o
llévalo corto para evitar más irritación si tienes brotes en los hombros o en
la espalda.
Tanto
el acné facial como el acné corporal no son condiciones serias pero sí pueden
afectar directamente tu autoestima.
Busca remedio hoy mismo y si los productos de venta libre no son
suficientes, visita a un dermatólogo.
Imagen
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