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LUNES 9 ENERO 2017
DOCTORA
ALIZA
POSTED
IN MEDICINA NATURAL
La
uña de gato se conoce desde hace 2,000 años. Originalmente utilizada por los
incas, ha ganado popularidad para varias condiciones. Aquí conocerás para qué
se utiliza, qué efectos secundarios podría tener y qué precauciones debes
considerar si estás pensado en tomarla.
¿Qué
es?
Entre
los remedios naturales más populares hoy en día está la uña de gato. Conocida
comúnmente como Cat’s claw, paraguayo, garabato, garbato casha, samento, toroñ,
tambor huasca, uña huasca, uña de gavilán, hawk’s claw, saventaro, Krallendorn.
Su nombre científico es Uncaria guianensis, o Uncaria tomentosa.
La
uña de gato es una hierba popular entre los indígenas de Perú, especialmente
los nativos de la selva amazónica como los Ashaninkas, Campas y Amueshas, que
vienen utilizando esta planta desde hace mucho tiempo para una serie de
enfermedades como cáncer, diabetes, úlceras, artritis e infecciones, así como
para ayudar en la recuperación del parto. Existen 34 especies de uña de gato
pero dos de ellas son las que se usan con fines medicinales principalmente: la
Uncaria tomentosa y la Uncaria guianensis.
Algo
importante: existe una planta llamada “uña de gato” que crece en México y en la
zona sur de Texas. Esta planta, Acacia gregii, no posee beneficios conocidos
para la salud y su corteza puede ser venenosa.
Se
utiliza el extracto de la corteza de la planta, pues se ha visto que los
alcaloides y los glucósidos aislados no ofrecen ninguna mejora en la acción
curativa, sino que más bien pierden eficacia. Es decir que la naturaleza nos
brinda un “todo” con un efecto que optimiza la acción curativa.
¿Para
qué se utiliza?
De
acuerdo con la Universidad de Maryland Medical Center (UMMC), los estudios han
demostrado que la uña de gato podría ayudar con el dolor de la osteoartritis y
la inflamación. Sin embargo, no hay ninguna prueba de que esta hierba pueda
evitar más daño en las articulaciones, lo que si logran las medicinas
convencionales. Sin embargo, de acuerdo a evaluaciones de varios estudios por
los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados
Unidos, no hay suficiente evidencia científica para determinar que la uña de
gato realmente ayude para el tratamiento de ninguna de las condiciones. El
problema es que se han realizado algunos estudios pequeños que sugieren que
quizá ayude en artritis reumatoide y en osteoartritis, pero no se han realizado
estudios a gran escala.
Otro
problema es que, en el laboratorio, los estudios sugieren que la uña de gato
estimula una parte del sistema inmunológico, pero no se ha demostrado que
disminuye la inflamación o aumenta el sistema de defensa en los humanos.
Natural
Standard, que revisa estudios que se realizan a nivel mundial, coincide con
NIH, dando una calificación dudosa en relación a los efectos de la uña de gato
para tratar la artritis reumatoide y la osteoartritis. Mencionan que en cuanto
a su efecto anti-inflamatorio, anti-alérgico, para reducir el crecimiento de
los tumores cancerosos y para los pacientes con VIH, en todos estos casos es
necesario realizar más estudios ya que no se tiene una evidencia firme de que
funcione.
¿Es
segura?
En
estos tiempos se vive una “Fiebre de la Uña de gato”, con grandes movimientos
publicitarios para promover su consumo. Se vende como la auténtica respuesta a
muchas enfermedades para las que su uso terapéutico está siendo estudiado
todavía.
Precauciones:
Deben
evitarla las mujeres embarazadas o que están lactando.
Deben
evitarla las personas que tengan el sistema inmunológico (de defensa)
deprimido. Por ejemplo, las personas que hayan recibido trasplantes de órganos
padezcan y quizá de VIH.
Deben
evitarla las personas que padezcan de hemofilia.
Podría
causar dificultad para controlar la presión en caso de que de requiera cirugía
(durante la operación o después).
A
algunas personas puede provocarles diarrea, dolor abdominal, dolor de cabeza,
náuseas, vómito, mareo, trastornos en el ritmo del corazón, falla del riñón,
neuropatía y/o aumento en el riesgo de sangrado.
Podría
interactuar de forma adversa con medicamentos que aumenten el riesgo de
sangrado (que incluyen hasta el ibuprofeno); con varios medicamentos para el
corazón, para el tratamiento de la hipertensión; con medicamentos para el
colesterol, diuréticos, inmunosupresores, etc. Hay que tener mucha precaución
cuando se mezcla con otras medicinas.
Conclusión:
Aunque
la uña de gato sea natural, no significa que es inocua. Asegúrate de consultar
con tu médico antes de tomarla especialmente si tienes alguna condición médica
que requiere que tomes alguna otra medicina, si estás tomando cualquier otra
medicina o hierba aunque sean de venta libre y si vas a tener cirugía.
Imagen
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